Las principales señales del cambio climático rompieron récords el año pasado, según puede confirmar ahora un equipo internacional de científicos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que sitúa entre 1,34 y 1,41 grados Celsius el aumento a largo plazo de la temperatura media global con respecto al periodo de referencia (1850-1900).
En una escala de tiempo de décadas la pérdida de hielo ártico provoca que el clima del suroeste de Estados Unidos -especialmente en California- se vuelva más seco, especialmente en invierno, un fenómeno que también afecta al clima de España y Portugal, propiciando condiciones de mayor humedad en invierno, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
El fenómeno climático de La Niña, que se inició el pasado diciembre y suele ir asociado a temperaturas más bajas a nivel global, será seguramente de corta duración y podría terminar antes de junio, indica un nuevo pronóstico de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El uso de la Inteligencia Artificial (IA) será "clave" para mitigar los impactos del cambio climático, como las "devastadoras inundaciones" de Valencia (este de España) el pasado octubre, según un estudio que un equipo internacional de investigación coliderado por la Universitat de Valencia acaba de publicar en ‘Nature Communications’.
Un equipo de investigadores ha descubierto que en las profundidades de las corrientes de hielo de Groenlandia se producen innumerables seísmos de poca intensidad, un hallazgo que podría redundar en cálculos más precisos de la subida del nivel del mar debida al cambio climático.
El mes pasado fue el enero más cálido nunca registrado a nivel global, pese a la emergencia del fenómeno conocido como La Niña, según el boletín mensual que ha publicado este jueves el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S), el componente de monitoreo del clima del programa espacial de la Unión Europea.
La inversión en la transición energética en todo el mundo creció un 11 % hasta alcanzar un récord de 2.1 billones de dólares en 2024, según 'Energy Transition Investment Trends 2025', un informe del centro de investigaciones Bloomberg NEF.
Del negacionismo de Donald Trump a la COP30 de Brasil, en el horizonte de 2025 varios hitos marcarán la acción climática global, una década después del histórico Acuerdo de París, y en el que los países renovarán propuestas para reducir emisiones con planes más ambiciosos, dentro de un calendario a punto de agotar sus plazos.
La salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, anunciada el lunes pasado por el presidente Donald Trump, causa incertidumbre de cara a las negociaciones de la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la COP30, que Brasil organizará en noviembre en la Amazonía.
La lucha contra el cambio climático implica un esfuerzo colectivo y no depende de un solo actor, incluso si se trata del país más poderoso del mundo, ha reflexionado este miércoles la jefa de la única agencia meteorológica de alcance global, Celeste Saulo, en declaraciones a EFE durante su participación en el Foro Económico Mundial de Davos.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, reiteró hoy su compromiso con la descarbonización y definió el Acuerdo de París como "la mayor esperanza para la humanidad", horas después de que Donald Trump firmase un documento en el que asegura que retirará a EE.UU. de ese pacto climático internacional.
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos del Acuerdo climático de París, cumpliendo así una de las promesas que el líder republicano realizó durante la campaña electoral.
En los últimos 40 años, las sequías graves se han hecho cada vez más largas, intensas y extremas y todo apunta a que en el futuro se producirán más episodios plurianuales (pueden durar años o décadas), que suponen una grave amenaza para los ecosistemas, la agricultura y la producción energética.
La inminente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca amenaza con dinamitar la política climática de Estados Unidos y ha empezado a tener efectos en el panorama mundial, donde bancos y multinacionales ya han dado pasos atrás en sus esfuerzos medioambientales.