El equipo de expertos, liderado por David Romps, indicó que en Estados Unidos la frecuencia con la que se registra este fenómeno se incrementó un 50 por ciento en el siglo XXI.
Los científicos analizaron dos factores que son decisivos para la cantidad de rayos: la tasa de precipitaciones y la energía disponible para que se eleve el aire. La combinación de ambos, según los expertos, podría explicar la mayor frecuencia, tal como demuestra el registro climático estadounidense.
En base a estos factores, utilizaron 11 modelos climáticos para prever el número de rayos. Este mostró un aumento de alrededor del 12 por ciento (más/menos cinco por ciento) por grado de calentamiento global.
Para los investigadores, los actuales 25 millones de rayos anuales son el origen principal de los incendios forestales en Estados Unidos. Además, apuntaron que el aumento de este fenómeno podría tener efectos en el desarrollo de los ecosistemas afectados, así como de las especies que los habitan.
Los rayos son descargas eléctricas que se producen a través de la fricción de las nubes. Las estimaciones indican que alrededor del 60 por ciento de los rayos se descargan en las propias nubes, mientras que un 40 por ciento lo hace en la tierra. (DPA)