La reunión duró 35 minutos en la sala adyacente al aula Pablo VI del Vaticano y no en el palacio pontificio, ya que Francisco posteriormente celebró la audiencia general.
Orbán también mantuvo un encuentro "cordial" con el secretario de Estado, Pietro Parolin, en el que "se destacaron las sólidas y fructíferas relaciones bilaterales y se expresó un profundo agradecimiento por el compromiso de la Iglesia católica en la promoción del desarrollo y el bienestar de la sociedad húngara", indicó el Vaticano.
Durante el diálogo, "se prestó especial atención a la guerra en Ucrania, centrándose en sus consecuencias humanitarias y los esfuerzos para promover la paz", explicó la Santa Sede en un comunicado.
"Además, se trataron otros temas de interés común, como la Presidencia húngara del Consejo de la Unión Europea, el papel central de la familia y la protección de las nuevas generaciones", añadió.
Antes de la reunión, Orbán asistió a una misa en la basílica de San Pedro, aunque es calvinista.
"Misa matutina en la basílica San Pedro y después encuentro con el Santo Padre. Tenemos que aprovechar la ocasión para la paz", escribió en italiano Orbán en Facebook.
En la que es la quinta vez que se encuentran, Orbán regaló al papa una copia de "Vida de Jesucristo" del Padre Didon de 1896 y un mapa de Tierra Santa del año 1700, mientras que el papa le entregó varios documentos papales y su último "Mensaje para la Paz", informó el Vaticano.
En su primer encuentro, en 2016, Francisco saludó brevemente a Orbán en una ceremonia en el Vaticano y después le recibió en audiencia en dos ocasiones y en otras dos en los viajes que el papa realizó a Budapest.
Orbán tiene previsto reunirse este miércoles también con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.