El avión en el que viajó la esposa del presidente estadounidense aterrizó en la base militar de Sigonella, donde tuvo un encuentro con familias de militares y veteranos en el marco de su iniciativa "Joining Forces", según los medios locales.
"Estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de que apoyamos a las familias de los militares, bajando el precio del cuidado infantil y llevando la educación infantil universal a todas las bases, incluyendo ésta", dijo Jill Biden durante su discurso.
También recordó que este es "su último viaje al extranjero como primera dama" y que guardó "lo mejor para el final", en referencia a la visita a la isla italiana.
Después de su intervención en la base, Jill Biden puso rumbo a Gesso, el pueblo de origen de sus bisabuelos que emigraron a Hammonton, en Nueva Jersey, en 1887, para trabajar como agricultores.
La visita ha despertado mucha expectación en la zona y se ha desplegado un amplio dispositivo de seguridad que cuenta con la participación de policía, carabineros, perros policía y los servicios de seguridad de la Casa Blanca.
Para garantizar la seguridad de Jill Biden, las autoridades restringieron el acceso al pueblo únicamente a los residentes, que llevan días preparándose para recibir a la esposa del presidente de Estados Unidos.
En Gesso, vecinos y Ayuntamiento prepararon un escenario en la plaza del pueblo y una gran pancarta de bienvenida, además de un banquete con productos típicos y vino para recibir a la primera dama, según las mismas fuentes.
Durante su visita, está previsto que se reúna con el director del Museo de Cultura y Música Popular de los Peloritani, Mario Sarica, que ha estudiado los orígenes de la primera dama estadounidense y editó un libro en el que se reconstruye el árbol de la familia Jacobs, su apellido de soltera. Al emigrar a Estados Unidos, su familia cambió el apellido italiano Giacoppo por Jacobs.
Además de con Sarica, Jill Biden se encontrará con el párroco del pueblo, Franco Arrigo, y con el alcalde de Messina, Federico Basile.