Pederastia clerical no tiene excusas: Vaticano

Un alto funcionario diplomático del Vaticano aseguró que no existen excusas para los casos de pederastia de miembros de la Iglesia Católica porque el abuso sexual de menores es siempre un "crimen odioso".

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Papa Benedicto XVI.

El observador permanente de la Sede Apostólica ante la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra, Silvano Tomasi, dio a conocer su opinión respecto al tema en un mensaje emitido este jueves por la Radio Vaticana.

"En los últimos años, sacerdotes, religiosos y operadores laicos católicos en diversos países han sido acusados de abuso de menores y muchos han sido condenados, no existen excusas para este comportamiento", reconoció.

Recordó que el Papa Benedicto XVI ha lanzado públicamente una "clarísima" condena de la violencia sexual contra los niños y los jóvenes, a la cual agregó la dimensión religiosa, sosteniendo que el abuso es un pecado grave que ofende la dignidad humana.

Según el diplomático, con la pederastia la integridad de los menores es violada con consecuencias destructivas, ya que expertos han demostrado que los niños abusados pueden registrar mayores posibilidades de embarazos adolescentes, vagancia, narcodependencia y alcoholismo.

"La protección de las agresiones sexuales se mantiene en la cima de las prioridades de todas las instituciones eclesiásticas que luchan por poner fin a este serio problema", señaló Tomasi.

Agregó que "la comunidad católica continúa en sus esfuerzos por resolver definitivamente este problema, los culpables de tales crímenes son inmediatamente suspendidos del ejercicio de sus funciones y tratados según la normativa civil y el derecho canónico".

Indicó asimismo que el establecimiento de medidas concretas para asegurar la transparencia, la asistencia a las víctimas y a sus familiares, son los modos para aliviar la pena, el dolor y la desorientación provocados por los abusos.

El mensaje de Tomasi es la segunda declaración, en menos de una semana, de un alto exponente del Vaticano sobre el escándalo de pederastia que ha embestido la Iglesia católica en Europa. Apenas el martes pasado el vocero papal, Federico Lombardi, emitió un largo comunicado.

En el mismo defendió la "rapidez" con la cual han actuado los obispos de Irlanda, Alemania, Holanda y Austria (donde han surgido numerosos casos en los últimos días) para atender el asunto y reafirmó el interés del Papa por alcanzar la verdad con transparencia.

Sobre la situación irlandesa, la más grave a causa de la comprobación de cientos de abusos durante años, los obispos de ese país emitieron este día un comunicado al finalizar una asamblea general, en la cual analizaron ampliamente la crisis por la pederastia.

En el escrito, los prelados indicaron que la Iglesia de Irlanda está empeñada en un "proceso de renovación" y expresaron su "profunda pena" por el hecho que la preservación de la reputación de algunos eclesiásticos tuvo precedencia sobre la seguridad y el bienestar de los niños.

De hecho una de las investigaciones independientes que sacaron a la luz los abusos en la arquidiócesis de Dublín estableció que muchas veces se trataron de ocultar las denuncias para evitar el escándalo público y cuidar la imagen de la Iglesia.

En su nota los obispos aseguraron que las directivas del Vaticano sobre la pederastia "no eximen en algún modo a las autoridades de la Iglesia de sus obligaciones civiles, especialmente en lo que corresponde a la comunicación y la plena colaboración con las autoridades civiles".

"Esta importante cuestión ha sido constantemente malinterpretada en algunos ambientes", apuntaron refiriéndose a la acusación mediática lanzada en diversas ocasiones contra el Papa y la Sede Apostólica de tener normas especiales que buscan encubrir la pederastia clerical.