El día que ardió Notre Dame, el arquitecto mexicano Alejandro Arredondo llevaba dos años viviendo en París y su tristeza fue igual a la de los franceses que vieron en directo la destrucción del templo. No sabía aún que con su trabajo, y el de muchos otros, el templo reabriría apenas cinco años y medio después.
El arquitecto mexicano que mapeó la Notre Dame asolada para que resurgiera de sus cenizas
