La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) emitieron una declaración con motivo de la Cumbre del G-20 en Los Cabos, México.
En ella dijeron recibir con agrado la prioridad otorgada a la seguridad alimentaria y nutricional por la presidencia mexicana del G-20 al mantenerla en primer plano del programa mundial de desarrollo, de conformidad con el Plan de Acción Plurianual de Seúl, aprovechando los esfuerzos realizados por el G-20 durante presidencias anteriores .
Asimismo acogieron con agrado el reiterado reconocimiento por el G-20 del papel decisivo de la agricultura a pequeña escala en relación con la seguridad alimentaria mundial y con el incremento sostenible de la productividad.
“Además, instamos a que la seguridad alimentaria y nutricional continúe ocupando un lugar destacado en el programa del G-20 en los próximos años”, dijo el texto fechado en Roma.
Señalò que la seguridad alimentaria y nutricional representa un hilo conductor común que vincula los diversos elementos necesarios para construir un futuro pacífico, estable y sostenible y que la seguridad alimentaria y nutricional debe situarse en el centro del programa para el desarrollo sostenible.
Dijo que ha sido constatado que la inseguridad alimentaria puede provocar inestabilidad y desencadenar crisis, así como el alto precio que estas pueden cobrarse a su vez en lo relativo a la seguridad alimentaria.
Otra lección derivada de las recientes crisis, agregó, como la que afectó al Cuerno de África, "es que tenemos que dejar atrás la dicotomía entre asistencia humanitaria y asistencia para el desarrollo".
Indicó que la vinculación de redes de seguridad social, transferencias de efectivo y programas de dinero por trabajo, por una parte, con el apoyo a los pequeños agricultores, por otra, es un ejemplo de cómo se pueden promover enfoques que ofrecen solo ventajas y ayudan a reforzar el tejido social y establecer ciclos virtuosos de desarrollo local.
Dijo que el crecimiento de la productividad, particularmente en la agricultura a pequeña escala, es un componente fundamental de sistemas alimentarios más resistentes y sostenibles.
“No obstante, también es importante reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos, que actualmente ascienden a cerca de mil 300 millones de toneladas, o sea, más de un tercio de los alimentos que producimos”, anotó.
Recordó que hoy en día, alrededor de 900 millones de mujeres y hombres están desnutridos. La mayoría se encuentran en África y Asia.
“Ante esta dramática realidad, expresamos el deseo de que los líderes del G-20 redoblen sus esfuerzos para combatir el hambre”, indicó.
También recordó que en todo el mundo, las mujeres impulsan el cambio, por lo que “es esencial invertir en las mujeres” y “el empoderamiento, la educación y la igualdad de las mujeres son fundamentales para realzar la seguridad alimentaria, el desarrollo sostenible y el crecimiento económico”.
“Bajo la presidencia mexicana, el G-20 ha emprendido nuevos y significativos esfuerzos para abrirse a otras partes interesadas, ya sean de la sociedad civil, del sector privado (incluido el G-20) o del sector público”, dijo.
“Nos felicitamos por estos esfuerzos y los consideramos también una oportunidad preciosa para que surjan nuevas asociaciones con miras a tratar de alcanzar la seguridad alimentaria y nutricional mundial que incluyan a todos los grupos fundamentales de partes interesadas, empezando por los agricultores”, concluyó.