El médico cardiólogo del IMSS en Sonora, Rogelio Solís Vázquez, indicó que muchas de estas medidas tienen que ver con otro tipo de problemas en la salud.
Quienes los padecen, anotó, son los más propensos a sufrir de un ataque al corazón.
“Es de suma importancia buscar la manera de evitar padecimientos que incrementen el riesgo de sufrir un ataque al corazón, porque el sobrepeso, la obesidad, la diabetes mellitus y el tabaquismo, son las principales causas porque hay una afectación del sistema circulatorio”, expuso.
Refirió que no obstante la prevalencia de infartos entre la población, a su vez, también se cuenta con procesos y estrategias de atención médica, por lo que la mortalidad por esa misma causa ha ido a la baja.
“Si a un paciente le da un infarto y acude a un hospital con los recursos necesarios para atenderlo, las posibilidades de sobrevivir son más altas que hace diez o 20 años, porque se aplica lo necesario”, anotó el especialista.
Solís Vázquez destacó que si se brinda la atención en la primera hora de comenzar a sufrir este mal, las afectaciones a la salud se disminuyen considerablemente, pudiendo no presentar ninguna de manera notable o visible.
Anotó que los síntomas que regularmente se presenta al sufrir un ataque cardiaco son opresión en el pecho, sudar frío, dolor de estómago, además de tener una sensación inminente de muerte.
Destacó que la característica principal es el dolor en el brazo izquierdo por el alto nivel de adrenalina que se libera, o bien, en la mandíbula.