LA CASA BLANCA
SALA DE PRENSA
DISCURSOS Y DECLARACIONES
DEPARTAMENTO DE ESTADO DE EE. UU.
WASHINGTON D. C.
15 DE ENERO DE 2025
A continuación, unos fragmentos de las declaraciones del Presidente:
Vengo aquí, al Departamento de Estado, para informar al pueblo estadounidense de los progresos que hemos realizado en nuestra política exterior en los últimos cuatro años durante nuestra presidencia.
Lo he dicho muchas veces: Estamos en un punto de inflexión. El período posterior a la Guerra Fría terminó. Ha comenzado una nueva era. En estos cuatro años, nos hemos enfrentado a crisis que nos han puesto a prueba. En mi opinión, hemos salido de esas pruebas más fuertes de lo que entramos en ellas. Estamos ante una competición feroz: el futuro de la economía mundial, de la tecnología, de los valores humanos y de muchas otras cosas.
Ahora mismo, en mi opinión, gracias a nuestra Administración, Estados Unidos está ganando la competencia mundial. En comparación con hace cuatro años, Estados Unidos es más fuerte, nuestras alianzas son más sólidas, nuestros adversarios y competidores son más débiles, y no hemos ido a la guerra para conseguirlo.
Durante mi presidencia, he incrementado el poder de Estados Unidos en todas las dimensiones. Hemos aumentado nuestro poder diplomático, creando más aliados que Estados Unidos nunca haya tenido en la historia de nuestra nación. Hemos aumentado nuestro poder militar, realizando las inversiones más significativas en décadas en la base industrial de defensa.
Hemos incrementado el poder tecnológico, tomando la delantera en inteligencia artificial y otras tecnologías del futuro.
Y hemos aumentado el poder económico, construyendo la economía más dinámica del mundo desde abajo hacia arriba y desde el centro hacia el exterior, no desde arriba hacia abajo.
En resumen, Kamala y yo asumimos el cargo. Nuestra nación se había hecho más fuerte en el país... más fuertes en el mundo. Y ahora, Estados Unidos es más capaz y, yo diría, está mejor preparado de lo que hemos estado en mucho, mucho tiempo. Mientras nuestros competidores y adversarios se enfrentan a fuertes vientos en contra, nosotros tenemos el viento a favor gracias a todos ustedes.
Esto es hacia lo que nos dirigimos. Y lo que le estamos entregando a la próxima Administración.
Hoy puedo informar al pueblo estadounidense: Nuestras alianzas son más fuertes de lo que han sido en décadas. La OTAN es más capaz que nunca. Y muchos más de nuestros aliados están pagando lo que les corresponde. Antes de que yo asumiera el cargo, nueve aliados de la OTAN aportaban el 2 por ciento de su PIB en defensa. Ahora 23 gastan el 2 por ciento.
Y fíjense en el Indopacífico. Hemos reforzado las alianzas y creado otras nuevas para desafiar el comportamiento agresivo de China y reequilibrar el poder en la región. Hicimos lo que pocos creían posible: crear la primera asociación trilateral de la historia entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, y luego otra entre Estados Unidos, Japón y Filipinas, acercando a nuestros aliados del Pacífico para defender nuestra seguridad y prosperidad comunes.
Hemos negociado un pacto de defensa conocido como AUKUS entre Estados Unidos, Australia y el Reino Unido, conectando a los aliados del Atlántico y del Pacífico como solo Estados Unidos es capaz de hacer.
Y hemos elevado el nivel de la Cuadrilateral (Quad). Estados Unidos, Japón, Austri.... Australia e India.
Nuestras democracias, con dinámicas ec.. economías, trabajando estrechamente: seguridad, cadenas de suministro, tecnología y mucho más.
En el mar Rojo, reunimos a más de 20 países para (inaudible) proteger a los buques civiles de los ataques de los hutíes, defendiendo la libertad de navegación en una de las vías navegables más transitadas del mundo.
Y hemos reforzado las alianzas en las Américas, defendiendo la democracia y combatiendo la corrupción, abordando la migración, aumentando la prosperidad y protegiendo la selva amazónica, que captura miles de millones de toneladas de carbono de la atmósfera cada año.
En general, hemos revigorizado la fe de la gente en Estados Unidos como un verdadero, verdadero socio.
Hoy puedo informar al pueblo estadounidense: Nuestros adversarios son más débiles de lo que eran cuando llegamos a este trabajo hace cuatro años. Consideren Rusia. Cuando Putin invadió Ucrania, pensó que conquistaría Kiev en cuestión de días. Pero la verdad es que: Desde que empezó esa guerra, yo soy el único que se ha plantado en el centro de Kiev, no él. Putin nunca lo ha hecho. (Aplausos.) Piensen en ello. Fue un largo viaje en tren, pero soy el único comandante en jefe que ha visitado una zona de guerra no controlada por las fuerzas estadounidenses. Ayudamos a los ucranianos a detener a Putin.
Y hemos predicado con el ejemplo; hemos conservado cientos de millones de acres, cientos de millones de acres de tierra y agua, más que ningún otro presidente en la historia de Estados Unidos; haciendo inversiones en energías limpias y convenciendo a otros países para que se unan a nosotros.
Gracias a nuestros esfuerzos, el mundo ha alcanzado el objetivo de invertir 100.000 millones de dólares cada año en fondos públicos y privados para reducir las emisiones de efecto invernadero, abaratar el coste de la energía limpia y ayudar a los países en desarrollo a adaptarse al cambio climático.
Nuestra Administración ha puesto en marcha una iniciativa transformadora para construir infraestructuras de gran impacto en países en desarrollo. Se llama PGI. Todos ustedes lo saben mejor que nadie. Es nuestra alternativa a lo que ofrece China con sus enormes proyectos en África y otros lugares. Pero su enfoque se caracteriza por la ausencia de derechos de los trabajadores, de protecciones medioambientales, de una deuda que no se puede manejar, de una construcción de mala calidad... todo ello a cambio de acceso militar a puertos y otros propósitos de explotación.
En cambio, nosotros hemos aprovechado 600.000 millones de dólares y hemos dado rienda suelta al sector privado para construir infraestructuras con el fin de hacer crecer las economías y combatir el cambio climático. Como ejemplo, hace poco estuve en Angola para ver cómo se construía un gran proyecto con la ayuda de la financiación pública estadounidense, que atrajo aún más inversión privada.
Estamos construyendo el primer ferrocarril transcontinental de la historia a través de África, que mejorará significativamente las economías de la región, ayudará a los agricultores a transportar sus cosechas a nuevos mercados globales, transportará minerales críticos que son necesarios para los vehículos eléctricos y los semiconductores. China solía controlar las cadenas de suministro y estos materiales, pero no por mucho tiempo.
Ahora, no se equivoquen: Estados Unidos debe seguir afrontando serios desafíos en Ucrania, Oriente Medio y el Indopacífico. Debemos mantener la presión sobre los hutíes, que están atacando barcos en el mar Rojo, lanzando misiles contra Israel y disparando contra las fuerzas estadounidenses. Debemos disuadir a Corea del Norte mientras hace sonar sus sables y se acerca a Rusia. Y sin duda surgirán nuevos retos en los meses y años venideros.
Pero incluso... pero incluso así, está claro: mi Administración está dejando a la próxima una mano muy fuerte que jugar. Y les estamos dejando unos Estados Unidos con más amigos y alianzas más fuertes, cuyos adversarios están más débiles y bajo presión; unos Estados Unidos que una vez más lideran, uniendo países, marcando la agenda, uniendo a otros tras nuestros planes y visiones; unos Estados Unidos que ya no están en guerra, que han hecho inversiones históricas en los trabajadores estadounidenses, las energías estadounidenses, fábricas estadounidenses, generando la economía más fuerte del mundo, que ahora está en una posición mucho mejor para ganar el futuro frente a cualquier competidor.
Estas victorias no son partidistas. Son estadounidenses. Benefician a todos los estadounidenses y reflejan la inagotable capacidad de liderazgo y reinvención de Estados Unidos.
En cuanto a la inteligencia artificial (IA) estamos en la cabecera y debemos quedar a la cabeza. No podemos trasladar la inteligencia artificial al exterior, como una vez hicimos con los chips para las computadoras y otras tecnologías críticas. La IA porque tiene el poder para remodelar economías, gobiernos, la seguridad nacional, sociedades enteras. Y tiene que ser que Estados Unidos y nuestros aliados más cercanos quienes lideren el camino para garantizar que sean respetados los derechos de las personas, su seguridad protegida, y sus datos estén a salvo.
Y de la misma manera, la transición hacia una energía limpia ha de seguir adelante en los años venideros. Yo sé que en la próxima Administración, algunos en la próxima Administración son escépticos en cuanto a la necesidad de la energía limpia. Ni siquiera creen que el cambio climático sea real. Me parece que ellos vienen de un siglo diferente.
Están equivocados. Están completamente equivocados. Es la principal amenaza existencial para la humanidad. Y la transición hacia la energía limpia ya está en curso.
China está tratando de dominar la energía limpia, en la manufactura con minerales críticos, las cadenas de abastecimiento. Quieren captar el mercado del futuro y crear nuevas dependencias.
Estados Unidos tiene que ganar esa competencia y hemos de modelar la economía global y al planeta para las próximas décadas.
Permítanme concluir con esto: Como muchos de ustedes he dedicado una importante porción de mi carrera a la política exterior de nuestra nación; al presidir la Comisión de Relaciones Exteriores cuando era senador, como Vicepresidente durante ocho años, y ahora como Presidente de Estados Unidos. Puse en marcha a uno de los equipos más competentes en Política Exterior, y hasta diría, en la historia de Estados Unidos, sentados en este salón ante mis ojos.
A lo largo de mi carrera el mundo ha cambiado tremendamente. Pero algunas cosas siempre se han mantenido ciertas. En nuestras mejores épocas, Estados Unidos lidera no solo con el ejemplo de nuestro poder sino con el poder de nuestro ejemplo.
En los cuatro últimos años hemos utilizado ese poder para no avanzar solos, sino más bien para agrupar a países, para mejorar la seguridad y la prosperidad comunes, para afrontar las agresiones, y para resolver los problemas por medio de la diplomacia cuando fuera posible así como para defender sin tregua la democracia, los derechos civiles y los derechos humanos, porque es eso lo que somos. Eso es quien somos.
Me han escuchado decirlo ya antes muchas veces. Somos el único país en la tierra fundado sobre una idea. Los otros países se basan en la geografía, la religión, la etnicidad, o cualquier otro factor unificador. Pero Estados Unidos se levantó en base a una idea, sobre una idea, literal y no figuradamente. Esa idea es que todos los hombres y mujeres son creados iguales, idea que ha inspirado al mundo durante 250 años, y seguimos adelante.
Siempre estamos intentando hacerlo mejor, siempre mirando al futuro, y en lo mejor, siempre buscando el progreso para nuestro pueblo y para los pueblos de todas partes.
Ha sido el honor de mi vida el poder servirlos a ustedes como su Presidente. Y hoy me siento optimista respecto al futuro, más optimista que nunca antes.
Tenemos que recordar quién rayos somos nosotros. Me han escuchado decir esto antes muchas veces. Somos los Estados Unidos de América, por Dios. No hay nada, nada, nada, que esté por encima de nuestra capacidad si lo hacemos juntos y nos comprometemos a ello, nada.
Así pues, gracias a todos ustedes por lo que han hecho. Espero que muchos de ustedes sigan con la próxima Administración para mantener todo esto en movimiento.
Que Dios los bendiga a todos. Y que Dios proteja a nuestras tropas.
Para ver el texto original, ir a: https://www.whitehouse.gov/briefing-room/speeches-remarks/2025/01/15/rem...
Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.