Las personas que tuvieron un infarto en España durante el primer mes del confinamiento podrían perder un media de dos años de vida, en comparación con quienes lo sufrieron antes, mientras que el coste adicional para la economía se estima en 88,6 millones de euros, debido, en gran parte a las bajas laborales.
Las personas con infarto en el primer mes de confinamiento podrían vivir dos años menos
