Guterres, que por el momento no tiene oficialmente oposición para lograr un segundo mandato al frente de Naciones Unidas, se sometió durante más de tres horas a las preguntas de los Estados miembros, que en general se mostraron satisfechos con su gestión.
El diplomático portugués ha presentado un programa con prioridades concretas para los próximos cinco años, encabezadas por la lucha contra la pandemia, el refuerzo de la paz y la seguridad, la lucha contra la crisis climática y el trabajo de cara a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Guterres quiere seguir dando también máxima importancia a la protección de los derechos humanos, el avance en la igualdad de género, la lucha contra las desigualdades, la gestión de la transformación digital, el impulso del multilateralismo y la reforma de la ONU.
Son, a grandes rasgos, unos ejes similares a los que planteó para conseguir su elección en 2016, cuando logró imponerse entre una docena de candidatos de todo el mundo.
Tras cuatro años y medio al frente de Naciones Unidas, Guterres aseguró que el mundo se encuentra en un momento “frágil” y en el que es necesario actuar con “humildad” ante la magnitud de los desafíos, por lo que ve el papel del secretario general de la ONU principalmente como uno de apoyo a los Estados miembros.
Se trata, aseguró, de trabajar como mediador, de tender puentes y de ser una figura imparcial que ayude a buscar soluciones que beneficien a todos.
EL FUTURO INMEDIATO, MARCADO POR LA PANDEMIA
La covid-19 constituye el problema más acuciante y es, según subrayó, el tipo de desafío global para el que fue creada la ONU, que ha estado buscando impulsar una respuesta coordinada a escala global.
Guterres insistió en que una de sus principales prioridades es hacer que todos los ciudadanos del mundo tengan acceso a las vacunas y se mostró convencido de que aún es posible “cambiar la situación, unir a países y pueblos y movilizar al mundo en una causa común”.
En su discusión con los Estados miembros, apuntó además que la pandemia ha exacerbado algunos de los problemas ya existentes en el mundo, como la necesidad de un “nuevo contrato social”, algo que lleva defendiendo desde hace años.
Según Guterres, es imperativo combatir las crecientes desigualdades y reforzar la cohesión social en un mundo marcado por una gran contradicción: está más interconectado que nunca, pero las sociedades no dejan de fragmentarse, interna y externamente.
“Más y más gente vive en sus propias cajas de resonancia, dirigidos por la desinformación, el populismo, el extremismo, la xenofobia y el racismo”, lamentó.
Guterres se declaró también muy preocupado por los peligros de una nueva fractura geoestratégica entre Estados Unidos y China y unas “relaciones de poder disfuncionales”, por lo que llamó a evitar a toda costa un “nuevo tipo de Guerra Fría”.
Su primer mandato ha estado marcado en gran medida por la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos, con la Casa Blanca abandonando numerosos consensos internacionales, desdeñando el papel de la ONU y tensando las relaciones con China, la otra gran potencia mundial.
Ahora, con Joe Biden, Guterres tiene en Washington una figura más cercana a sus postulados, por lo que a priori podría tener más opciones de hacer avanzar su agenda.
TODO DE CARA PARA LA REELECCIÓN
El ex primer ministro de Portugal tiene todo de cara para seguir liderando la ONU durante los próximos cinco años, pues por el momento no tiene ningún rival oficial y, a priori, las potencias del Consejo de Seguridad que tienen poder de veto ven con buenos ojos su continuidad.
Siete personas se han propuesto como aspirantes al cargo, pero ninguna de ellas ha recibido el respaldo formal de un Estado miembro, un requisito que la organización considera necesario.
Tras su presentación de hoy ante los 193 Estados miembros, la candidatura de Guterres pasará al Consejo de Seguridad, que durante los próximos meses debe recomendar o no el nombramiento.
La elección final corresponderá a la Asamblea General, previsiblemente durante el otoño, y el secretario general empezaría su nuevo mandato de cinco años el 1 de enero de 2022.