Lo hará con dinero del Fondo de Innovación articulado a través del futuro Banco de Hidrógeno, un instrumento de financiación específicamente creado para esa tecnología en la que Bruselas tiene depositadas grandes esperanzas, dijo hoy en rueda de prensa el vicepresidente de la Comisión Europea responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans.
Los detalles de la subasta se darán a conocer en junio, indicaron fuentes comunitarias vinculadas al Banco de Hidrógeno, que se anunció el pasado septiembre con una dotación inicial de 3,000 millones de euros del presupuesto comunitario.
La Comisión sí adelantó que podrán concurrir a la puja proyectos que hayan sido financiados con ayudas de Estado, pero los países tendrán que notificárselo al Ejecutivo, que lo tendrá en cuenta en la subasta para "garantizar que hay suficiente competencia".
Según los cálculos de Bruselas, la UE es líder en proyectos relacionados con el hidrógeno verde, con más del 50 % de la capacidad global de producción de electrolizadores y también más del 50 % de los dispositivos instalados.
"La cuestión es: ¿cómo mantenemos ese liderazgo cuando la tecnología se traslade a la producción en masa, que lo está haciendo no solo en Europa sino en el mundo?", se preguntó Timmermans, quien recordó que el objetivo en 2030 es producir 10 millones de toneladas de hidrógeno e importar otras 10.
El Banco de Hidrógeno cubrirá "la prima verde" ("green bonus") en la producción de hidrógeno a partir de electricidad de origen renovable, que es "la diferencia entre el coste de producir hidrógeno renovable y el precio que el mercado está dispuesto a pagar".
"El importe exacto resultará de un proceso de subasta competitiva. Ganarán la subasta los productores de hidrógeno renovable que precisen la menor cantidad de ayuda en términos de euros por kilo de hidrógeno producido", explicó.
Esa palanca busca solucionar un círculo vicioso en el que los inversores esperan porque no saben si tendrán el hidrógeno disponible en su momento, y los productores esperan porque no saben si tendrán las inversiones necesarias para sus proyectos.
"Tenemos que mitigar el riesgo", declaró el vicepresidente comunitario, quien subrayó que el productor recibirá ese subsidio durante "un período de diez años" que le permitirá "crear condiciones estables de mercado".
Bruselas calcula que un presupuesto de 1,000 millones de euros permitiría financiar la producción de 0.04-0.06 millones de toneladas de hidrógeno verde.
El Ejecutivo comunitario espera que la demanda de hidrógeno vaya creciendo y la tecnología se vaya abaratando, con lo que la prima se irá reduciendo a partir de 2025.
No obstante, alcanzar los objetivos de la UE para 2030 tanto de producción nacional como importada precisaría de "entre 90,000 y 115,000 millones de euros" y "cuanto antes se aumente la producción (...), menor será esta prima", razona el Ejecutivo.
Esas subastas estarán específicamente dedicadas a la producción del llamado hidrógeno verde (a partir de electricidad renovable) y no servirán para el hidrógeno rosa o bajo en carbono (a partir de electricidad de origen nuclear), señaló Timmermans.
La Comisión esbozó esas ideas dentro de la presentación de su "hoja de ruta" para desarrollar un Banco del Hidrógeno como parte de una amplia cesta de iniciativas, para impulsar la competitividad europea en la carrera tecnológica de la transición energética. Bruselas tenía previsto presentar el documento sobre el hidrógeno dentro de dos meses, pero se han adelantado los planes.
"Hemos ido más rápido porque todo lo que es hidrógeno se mueve más rápido de lo previsto. Cuando en 2019 hablé por primera vez del hidrógeno, incluso mis propios colaboradores me dijeron: '¿qué...?' Y ahora el hidrógeno vive uno de los desarrollos más dinámicos en el mundo de la energía. Así que, hay que ir rápido (...). Los otros también se mueven, en Asia y en Estados Unidos. No hay tiempo que perder", aseguró.
Además de apoyar la producción de hidrógeno dentro de la UE, el banco tendrá una segunda pata internacional, pues Bruselas se ha marcado el objetivo de que el bloque fabrique 10 millones de toneladas de hidrógeno en 2030 e importe otras tantas, como senda para la neutralidad climática en 2050.
La Comisión buscará también favorecer las importaciones y el transporte, y en ese sentido estudia organizar también un sistema de subastas, y promoverá también otras líneas de financiación como, por ejemplo, a través de compras conjuntas entre los Estados miembros.