En un comunicado de prensa, Hilal Elver afirmó que con la escalada del conflicto, 13 millones de personas sobreviven sin acceso adecuado a alimentos básicos y que casi un millón de niños padecen desnutrición aguda.
Elver advirtió sobre la privación deliberada de alimentos a la población civil por parte de las partes beligerantes, así como sobre los bombardeos de mercados locales y de vehículos que transportan alimentos.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que el 23 por ciento de los centros de atención médica del país se encuentran parcial o completamente paralizados como resultado directo de la violencia.
El portavoz de la OMS en Ginebra, Tarik Jašareviæ, afirmó que esta situación priva a la población civil del acceso a servicios críticos.
"Recientemente un centro de diálisis renal en la provincia de Haradh fue obligado a terminar sus servicios por el incremento de la violencia y la inseguridad que impide a su personal y a los pacientes llegar al local", dijo.
Asimismo, indicó que la huida de la violencia de los profesionales de la salud ha provocado escasez de personal calificado, lo que ha creado una crisis en el área de los servicios quirúrgicos y obstétricos.
La situación se hace más grave ante la carencia de combustible y de energía eléctrica.
Se estima que 15 millones de personas, incluyendo a 1,2 millones de desplazados carecen servicios de salud básicos en Yemen.