Los comentarios de Netanyahu en contra de una solución del conflicto palestino-israelí previos a las elecciones del 17 de marzo en Israel tensaron las relaciones entre Washington y Tel Aviv.
Si bien Netanyahu matizó sus declaraciones al respecto una vez confirmada su victoria en las urnas, Estados Unidos aseguró que revaluaría su postura en el conflicto en Cercano Oriente "para los próximos años". Las ayudas estadounidenses, no obstante, siguen fluyendo en respaldo de la seguridad israelí.
"Lo que no podemos hacer es aparentar que existe una posibilidad de algo que no está", señaló Obama. "Y tampoco podemos seguir llevando adelante una diplomacia basada en la premisa de algo que todos saben que no sucederá, al menos en los próximos años", señaló el mandatario estadounidense.
Ya en días previos Obama había asegurado que su gobierno tomó "en serio su palabra (de Netanyahu) cuando dijo que (la solución de dos Estados) no ocurriría durante su mandato, así que tenemos que evaluar qué opciones hay para garantizar que no habrá una situación caótica en la región".