“Me preocupa que si este diálogo, que esperamos que pueda empezar la ASEAN, no tiene éxito, se vaya más y más en dirección a una guerra civil”, aseguró en una conferencia de prensa la enviada de Naciones Unidas para Birmania, Christine Schraner Burgener.
La diplomática, por videoconferencia desde Suiza, advirtió de los altos niveles de violencia que se están viendo sobre el terreno, tanto por parte del Ejército birmano como, cada vez más, de fuerzas que se oponen a la Junta golpista y que ahora disponen de mejor armamento.
Birmania sufre una importante crisis desde que el pasado febrero los militares tomaron el poder, un movimiento que justifican por un supuesto fraude en las elecciones de noviembre de 2020, en las que ganó con una enorme ventaja la Liga Nacional para la Democracia, el partido encabezado por la depuesta líder Aung San Suu Kyi.
Schraner Burgener insistió hoy en que la postura de la Junta militar sobre esos comicios no tiene base y advirtió de que el líder de los golpistas, el general Min Aung Hlaing, “parece decidido a consolidar su control del poder” con sus últimos movimientos.
El pasado 1 de agosto, seis meses después del golpe, Hlaing fue nombrado primer ministro de un Gobierno interino y se dio un margen de dos años para estabilizar el país y convocar nuevas elecciones, unos comicios que inicialmente había prometido en un plazo de un año.
La diplomática de la ONU, que ha estado intentando impulsar un proceso de diálogo durante los últimos meses, dijo que sigue en contacto con todas las partes, pero que por ahora no ha recibido una respuesta clara por parte de la Junta.
En ese sentido, confió en que el nombramiento la semana pasada del viceministro de Exteriores de Brunéi, Erywan Yusof, como enviado especial de la ASEAN permita avanzar por esa senda.
Schraner Burgener explicó que el lunes mantuvo una conversación con él y que le ofreció acompañarle cuando viaje a Birmania, algo que ella no ha podido hacer recientemente por la negativa de los militares.
Sobre la situación sobre el terreno, destacó que es “muy difícil para la gente” y expresó su preocupación por la “ausencia de libertad de expresión” y los “ataques contra la prensa”.
La diplomática destacó el alto número de detenidos en la represión de las protestas contra los militares y los repetidos choques armados, que han multiplicado el número de desplazados y que tienen al país sumido en una importante crisis económica.
Además, el país está sufriendo una “severa tercera ola” de contagios de covid-19, con familias enteras enfermas y cifras que son probablemente mucho mayores que las oficiales, dada la ausencia de tests en partes del país.
La prioridad, subrayó Schraner Burgener, es avanzar en la campaña de vacunación y poder facilitar apoyo internacional a la población afectada por la enfermedad, para lo que se mantienen continuos contactos con las partes del conflicto.