La eurozona y el FMI remodelan el rescate griego y dan vía libre a la ayuda

La eurozona y el FMI acordaron hoy una serie de medidas para garantizar la sostenibilidad de la deuda helena y cubrir las necesidades financieras de Grecia durante los próximos años, con un desembolso inicial de 43,700 millones de euros.

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El ministro de Finanzas de Grecia, Yannis Stournaras, a su llegada a la reunión que los países del Eurogrupo en Bruselas.

Tras trece horas de negociaciones, los ministros de Finanzas de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) cerraron un amplio paquete de soluciones, que ha sido difícil de confeccionar y que ha requerido un esfuerzo sustancial por parte de todas las partes para salvar una vez más a Grecia del abismo.

"Creemos fuertemente en la capacidad de Grecia de recuperarse. Los griegos son gente valiente, están dispuestos a volver a llevar a su país a la senda del crecimiento", afirmó el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, en rueda de prensa.

El Eurogrupo decidió desbloquear una ayuda de 43,700 millones de euros para Grecia, de los que 34,400 millones serán desembolsados en diciembre.

De esta cantidad 10,600 millones serán destinados a financiar el presupuesto griego y 23,800 millones serán entregados en bonos del fondo de rescate temporal para recapitalizar a la banca.

Los 9,300 millones restantes serán entregados a Atenas en tres tramos a lo largo del primer trimestre de 2013, un pago condicionado al cumplimiento por parte de Grecia de los compromisos acordados, que incluyen la implementación de la reforma fiscal hasta enero.

El desembolso deberá ser aún aprobado formalmente por los Diecisiete el próximo 13 de diciembre, tras recibir el visto bueno de varios parlamentos nacionales.

Esta decisión estará condicionada, además, a una revisión de una "posible operación de recompra de deuda" por parte de Grecia.

Entre las medidas acordadas figura trasladar de 2014 a 2016 la fecha en la que Grecia deberá alcanzar un superávit primario -antes del pago de intereses- del 4.5 por ciento del PIB y flexibilizar la reducción del nivel de deuda, que tendrá que ser reducido por Atenas hasta el 124 por ciento en 2020 frente al 120 por ciento anteriormente establecido.

Eso supone reducir la carga de la deuda griega en unos 40,000 millones de euros.

No obstante, Grecia tendrá que tener una deuda "sustancialmente" inferior al 110 por ciento del PIB, explicó por su parte la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.

La eurozona también acordó rebajar de nuevo los tipos de interés de los préstamos bilaterales concedidos a Grecia, al reducirlos en 100 puntos básicos -hasta 50 puntos-.

Además se bajarán en 10 puntos básicos las comisiones que Grecia paga al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) por los préstamos, costes que se anulan así y ahorrará a Grecia 600 millones de euros, según explicó el máximo responsable de la institución dirigida por el alemán Klaus Regling.

La eurozona ofrece asimismo a Atenas una moratoria de 10 años en el pago de intereses al fondo temporal de rescate, lo que tendrá un impacto de 44,000 millones de euros, y se amplía el vencimiento de los préstamos bilaterales y de los créditos del FEEF en 15 años.

Por otra parte, los Estados miembros de la eurozona se comprometen a traspasar a partir de 2013 a una cuenta especial creada para el rescate de Grecia las ganancias que han sacado los bancos centrales nacionales de los bonos griegos que tienen en sus carteras desde 2010, a raíz del programa de compra de deuda del BCE.

Atenas transferirá por su parte todos los ingresos que obtenga de las privatizaciones a esta cuenta, los superávit primarios que alcance y el 30 por ciento de lo que exceda de este indicador.

El Eurogrupo subraya que las medidas se acometerán en fases y que estarán condicionadas al cumplimiento por parte de Grecia de las reformas acordadas, así como a un periodo de supervisión posterior.

La eurozona también "considerará más medidas y más asistencia, incluida una cofinanciación más baja por parte de Grecia en los fondos estructurales o una mayor reducción de los intereses de los préstamos bilaterales si fuera necesario", pero únicamente una vez Grecia alcance el superávit primario acordado.

En cuanto a la recompra de deuda griega, esta opción aún debe ser "completada", explicó Lagarde, mientras que el presidente del grupo de trabajo del Eurogrupo, Thomas Wieser, también explicó que este sistema debe ser "estructurado y finalizado".

La política francesa aseguró que solo una vez se especifique y se conozca la "magnitud" de la recompra de deuda por parte de Grecia estará dispuesta a recomendar al consejo del FMI la continuación del rescate griego y la participación de la institución internacional, al tiempo que recalcó que es mejor no hablar del descuento al que Atenas podría recuperar su deuda para no perjudicar la operación.

En cualquier caso, Lagarde insistió en que "no hay ninguna intención de salir del programa" griego y también Juncker aseguró que el FMI "ha estado a bordo plenamente".