A gran escala, en 2016 el terrorismo ha tenido un impacto escaso en el sector global de viajes de negocios y de ocio. Por sexto año consecutivo, el crecimiento del sector superó el de la economía global, contribuyendo al PIB mundial con 7.6 billones de dólares (USD) y con uno de cada diez puestos de trabajo en todo el mundo.
Los nuevos datos muestran que en los países en los que sucedieron los ataques, las exportaciones por visitantes, entendidas como el dinero que los visitantes extranjeros gastan en un país, se han visto afectadas negativamente. El impacto negativo de los ataques iniciales se ha agudizado por recomendaciones de viaje inexactas o prolongadas en el tiempo y la reacción de los consumidores ha sido buscar lugares que se perciben “más seguros” para sus vacaciones.
Europa sufrió contracciones en el gasto del turismo entrante: Bélgica (-4.4 por ciento), Francia (-7.3 por ciento) y Turquía (-22 por ciento) tras los ataques de 2016.
En el Norte de África, las exportaciones turísticas por visitantes descendieron de nuevo en 2016 (-16%). En particular, Egipto está sufriendo el impacto de la actividad terrorista, seguido por constantes consejos sobre viajes. El gasto por visitante entrante sigue contrayéndose en el país, y el PIB del sector de Viajes y Turismo en dicha nación está ahora un 50 por ciento por debajo de su nivel más alto de 2008.
El estudio muestra que, en conjunto, el sector de Viajes y Turismo sigue resistiendo porque los consumidores continúan viajando, pero están cambiando sus destinos por otros que perciben como más “seguros”. Dentro de Europa, Bulgaria y Chipre crecieron notablemente en 2016 (un 12.4 por ciento y un 17.1 por ciento respectivamente) y Portugal y España muestran un crecimiento sólido (un 4.6 por ciento y un 5.2 por ciento ). Destinos emergentes como Eslovaquia, Polonia y Hungría presentan también un rendimiento importante (un 13.2 por ciento, un 8.6 por ciento y un 6.8 por ciento respectivamente).
David Scowsill, Presidente & CEO del WTTC, afirmó: “El sector de Viajes y Turismo es un sector sólido. La gente no deja de viajar, a pesar de las amenazas contra la seguridad en el mundo. Sin embargo, los destinos deben centrarse en la seguridad, pues operamos en una “normalidad” nueva en la que existen constantes amenazas terroristas. El WTTC hace un llamamiento a los gobiernos para que, a la hora de prepararse para la crisis, trabajen sobre cuatro cuestiones:
• Integrar a las empresas del sector turístico en un plan conjunto de seguridad
• Poner en marcha visados electrónicos para mejorar la seguridad, usando tecnología y datos biométricos
• Elaborar planes de respuesta a las crisis, lo que incluye una respuesta de los medios cohesionada
• Incrementar el intercambio de inteligencia entre las fronteras, pues los terroristas no las respetan
Scowsill concluyó: “Los gobiernos deben planear la gestión de la crisis. Los viajeros toman sus decisiones basándose en su percepción de la seguridad en el país. La realidad es que la probabilidad estadística de verse involucrado en un ataque terrorista durante un viaje es insignificante. Viajar es explorar nuevas culturas y hacer negocios globales. El turismo es una fuerza positiva en el mundo”.