El informe anual de este fondo, lanzado por primera vez en formato digital, detalla hoy que esos recursos se repartieron el año pasado entre 473 proyectos gestionados por 11 organismos de la ONU y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Dos tercios de estos fondos se invirtieron en África, un continente en el que están ocho de los diez principales receptores, de los que Somalia es el mayor beneficiario con 52.9 millones, seguidos por países asiáticos o del Pacífico.
Más de 149 millones de dólares se destinaron a situaciones de emergencia relacionadas con el clima, como las sequías, las inundaciones y las tormentas, dice el documento.
Por otro lado, el CERF dedicó 128 millones de dólares para asistir a los 13 millones de personas afectadas en el Cuerno de África por la sequía y la inseguridad alimentaria, las peores padecidas en medio siglo y cuya severidad ha convertido esta en la emergencia de mayores proporciones de 2011, según el organismo.
Además, para prevenir la amenaza de una hambruna en la región africana del Sahel, que afectaría a diez millones de personas en ocho países, el CERF aportó 6 millones de dólares a Níger en 2011, y en enero de 2012 repartió 6 millones más a Chad y otros 4 a Mauritania.
Como en años anteriores, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) fue el principal beneficiario del CERF, con el 30 por ciento de los fondos, seguido por Unicef, que recibió 109 millones de dólares para financiar proyectos para la infancia en 38 países.
El organismo remarcó que "a pesar de la difícil situación económica mundial en 2011, el CERF recaudó el mayor volumen de fondos de donantes de su historia, con más de 465 millones de dólares".
El CERF, que está gestionado por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, fue creado por la Asamblea General del organismo en diciembre de 2005 y se presentó en marzo del año siguiente para dar una respuesta rápida a las necesidades después de una catástrofe o una crisis humanitaria.
Desde su creación, el fondo ha conseguido donaciones valoradas en un total de 2.800 millones de dólares y sus principales donantes son Reino Unido, Suecia, Holanda, Noruega, Canadá, España, Irlanda, Alemania, Australia y Dinamarca, según datos de
la ONU.