El esparcimiento de estas armas y el peligro de que caigan en manos de terroristas son asuntos de gran preocupación”, aseveró este lunes el vicesecretario de asuntos políticos de la ONU, Lynn Pascoe, en una sesión sobre Libia en el Consejo de Seguridad.
El diplomático expresó que durante la revolución –ahora representada por el Consejo Nacional de Transición (CNT)– el acuerdo establecido con el régimen de Muamar Gadafi para que éste destruyera el arsenal de armas químicas en el país se había detenido.
Como consecuencia, han aumentado los riesgos a la seguridad en Libia, según informó el pasado 5 de septiembre la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).
“Sigue siendo muy importante para el CNT tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los arsenales de armas químicas que quedan en Libia y, cuando la situación la permita, continuar con su destrucción”, explicó Pascoe.
El representante de la ONU delineó otras tres tareas consideradas urgentes para la transición en Libia.
Señaló que resulta esencial iniciar un proceso de reconciliación nacional, asegurar las fosas comunes con el fin de investigar posibles violaciones de derechos humanos y ocuparse del bienestar de inmigrantes africanos y de otros países en territorio libio.
Por su parte, Mustafa Abdel Jalil, líder del CNT, dijo durante la sesión en el Consejo de Seguridad que tener control del armamento en Libia era una “de las grandes tareas” de la autoridades de transición en Libia.
“Ese es el primer paso para consolidar el poder en Libia, no sólo en la capital, sino en otras ciudades y pueblos”, enfatizó Jalil.