Según el estudio, desde que empezó la violencia en abril pasado, han muerto casi 400 menores y 600 más han sido heridos, y los que sobreviven están amenazados por la desnutrición y las enfermedades.
UNICEF advirtió que esas cifran son oficiales, por lo que las víctimas podrían ser mucho más numerosas.
La interrupción de los servicios médicos, el cierre de las escuelas y el reclutamiento de niños por los grupos armado son resultantes de la crisis en Yemen que afectan terriblemente a la infancia, subrayó UNICEF.
El portavoz de esa agencia, Simon Ingram, indicó que unos diez millones de niños precisan ayuda humanitaria urgente, y recuerda que más de 13 millones de personas han debido abandonar sus casas huyendo de la violencia.
"Una de las niñas con quienes hablamos tenía nueva años, Latifa. Describió cómo estaba jugando con sus hermanas cuando estallaron las bombas a su alrededor. Dijo que no se podían ver debido al polvo que las rodeaba, no podía respirar. También contó lo aterrorizada que se sintió y cómo rezó por protección", apuntó Ingram.
Por otra parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) destacó los obstáculos que afronta su personal para asistir a la población que tanto lo precisa y sonó la alarma sobre la posibilidad de una hambruna si no se reciben los fondos suficientes para aliviar las necesidades más agudas de los yemenitas.
La agencia detalló que unos 13 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y que 6 millones de ellas pasan hambre y requieren ayuda de emergencia.
En Nueva York, el Consejo de Seguridad de la ONU recibe hoy el informe del coordinador de Ayuda Humanitaria, Stephen O´Brien, sobre su reciente visita a Yemen y consulta a puertas cerradas sobre la situación en ese país.