"Quedan muchos desafíos abiertos. Todos los yemeníes tendrán ahora que unirse para lograr la reconciliación y enfrentarse a las dificultades que tienen por delante", indicó ante la prensa Benomar tras participar en una reunión a puerta cerrada con los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.
El enviado especial, que acudió a la sede central del organismo para informar sobre el escenario abierto tras la aceptación del presidente yemení, Alí Abdulá Saleh, de un acuerdo para la transición, se mostró preocupado por el hecho de que, pese a ello, todavía persista "la violencia y la agitación" en el país.
"Las partes tienen que cumplir con sus responsabilidades y utilizar esta oportunidad para proveer de un cambio positivo al país, respetar los derechos humanos y rechazar más actos de violencia", indicó Benomar, quien insistió en la plena disposición y compromiso de la ONU para asistir en el proceso de transición.
Según señaló, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quiere movilizar, "durante y después de las elecciones, a todo el sistema de Naciones Unidas y animar a los Estados miembros a ayudar a Yemen a enfrentarse a los desafíos políticos, humanitarios, económicos y de seguridad que tiene por delante".
"Ha llegado la hora de que la comunidad internacional aumente su apoyo a la recuperación de Yemen", explicó Benomar, quien destacó que el acuerdo firmado por Saleh "abre la puerta a una transición creíble" en ese país de la península Arábiga.
En ese sentido, subrayó que es "imprescindible" que el nuevo Gobierno de unidad nacional se comprometa con todos los sectores de la sociedad yemení, "incluyendo a los jóvenes, que allanaron el camino para este cambio en el orden político".
También destacó la necesidad de que el Gobierno tenga en cuenta, además de a los jóvenes, a los rebeldes chiíes, también conocidos como "hutíes" y al movimiento secesionista del sur del país.
El presidente Saleh firmó la semana pasada una iniciativa propuesta por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) para realizar el traspaso del poder pacífico en Yemen tras meses de protestas y de incidentes como el atentado sufrido por el propio mandatario en junio.
Las manifestaciones pacíficas contra el presidente de Yemen, que es el país más pobre de la península Arábiga, comenzaron en enero pasado y desde entonces se han producido enfrentamientos diarios entre las fuerzas gubernamentales y milicias tribales y militares desertores.
Desde entonces, el país vive una situación de crisis y de revuelta popular contra el régimen de Saleh, que ha presidido Yemen desde la unificación entre el norte y el sur en 1990, aunque desde 1978 era el gobernante de Yemen del Norte.