"La maldición del petróleo": Kirkuk sigue siendo foco de disputa

El conocido como "Jerusalén de los kurdos" es todo menos bonito: si se va a Kirkuk, en el norte de Irak, lo primero que marca una señal es "tierra de petróleo", un desierto desolador en cuyo horizonte se divisan masivas instalaciones industriales. En el centro de la ciudad hay una hilera de sencillas casas y negocios bajo una maraña de cables de electricidad.