Los peshmerga tomaron el control de las instalaciones industriales de la firma en Bai Hassan, donde cada día se extraen unos 195,000 barriles de crudo, y de un segundo campo, y dieron a elegir a los trabajadores entre irse o quedarse.
Los campos están cerca de Kirkuk, en una región que se disputan el gobierno de Bagdad y los kurdos de Erbil.
El Ministerio de Petróleo en Bagdad condenó las acciones, que consideró "irresponsables" y dijo que violan la Constitución y amenazan la unidad nacional en momentos en que los iraquíes deben unirse en la lucha contra los terroristas, según un comunicado.
Según Bagdad, los kurdos expulsaron de los campos a los empleados.
Tras los avances de la milicia terrorista Estado Islámico (EI, la antigua ISIS) en el norte y oeste de Irak, escaló también la disputa territorial entre los kurdos y el gobierno central de Bagdad.
El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, acusó a los kurdos de refugiar en su territorio a terroristas del ISIS y los kurdos reaccionaron exigiendo la dimisión del jefe de gobierno. (DPA)