Una pica larga, con una piedra afilada y punzante sujeta a ella, se apoyaba en el suelo para coger impulso y de ahí se clavaba en las grandes presas, como mastodontes o bisontes, con el efecto similar a un disparo de hoy día.
Una pica larga, con una piedra afilada y punzante sujeta a ella, se apoyaba en el suelo para coger impulso y de ahí se clavaba en las grandes presas, como mastodontes o bisontes, con el efecto similar a un disparo de hoy día.