El presidente del Banco Central de Argentina, Martín Redrado, afirmó que continuará al frente de su cargo, aunque se mostró dispuesto a hacer "aportes" para implementar el uso de millonarias reservas en divisas para pagar deudas, tal como reclama el Gobierno.
"Vamos a seguir haciendo aportes profesionales para la ejecución e implementación del Fondo del Bicentenario. Vamos a seguir trabajando en esa instrumentación", sostuvo Redrado, a quien la presidenta argentina, Cristina Fernández, le pidió ayer la renuncia por su supuesta negativa a instrumentar un decreto que dispone el uso de reservas.
El conflicto se desató por un decreto gubernamental "de necesidad y urgencia" que crea el Fondo del Bicentenario, para el que ordena disponer de reservas monetarias por 6 mil 569 millones de dólares, con el fin de afrontar vencimientos de deudas soberanas de este año.
Para eso, se emitió un título por similar monto a favor del Banco Central.
En un comunicado divulgado esta madrugada, el Banco Central reflejó su voluntad de "apoyar el cumplimiento de los objetivos que persigue el Fondo del Bicentenario para la sustentabilidad y el desendeudamiento, tendentes a contribuir al desarrollo económico del país".
"En tal sentido, se reitera el compromiso de la institución de propender al desarrollo de aquellas acciones que, desde su incumbencia funcional, contribuyen al bienestar de la nación", sostiene la nota que exhibe un giro en la posición de la institución.
El presidente del instituto monetario, quien ayer se negó a firmar la renuncia, se resistía desde hacía 15 días a tomar las medidas previstas para llevar adelante el uso de reservas.
Esta actitud supone "un incumplimiento de sus deberes", aseguró este miércoles el jefe del Gabinete argentino, Aníbal Fernández, luego de pedirle la renuncia por orden de la mandataria.
Sin embargo, Redrado dijo hoy en sus breves declaraciones a periodistas que seguirá trabajando "para garantizar la estabilidad financiera y monetaria, mantener la estabilidad cambiaria y para asegurar el crecimiento y la tranquilidad de todos los argentinos".
Por su parte, el vicepresidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, advirtió hoy que "una norma que tiene rango de ley debe ser cumplida", en alusión al decreto firmado por Cristina Fernández.
Pesce dijo además que el directorio de la entidad se reunirá este jueves para evaluar los pasos a seguir.
Redrado, cuyo mandato de seis años vence en septiembre próximo, se reunió ayer con dirigentes contrarios al Gobierno, quienes le dieron su apoyo y ratificaron las demandas judiciales que la oposición ha presentado contra el uso de reservas para pagar de deudas, a fines del mes pasado.
Fernández dictó el polémico decreto a mediados de diciembre pasado, cuando el Parlamento había entrado en receso, con la excusa de dar una buena señal a los mercados financieros internacionales, de los que Argentina permanece apartada desde el cese de pagos de 2001 (102 mil millones de dólares), el mayor de la historia financiera, a pesar de la reestructuración de 2005.
El conflicto estalla en momentos en que Argentina, con reservas monetarias por más de 48 mil millones de dólares, se prepara para hacer una oferta de refinanciación de bonos por unos 20 mil millones de dólares en manos de acreedores que rechazaron la de 2005.
Redrado fue designado en 2004 con acuerdo del Senado y a propuesta del ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), esposo y antecesor de Fernández.