Putin dijo que incluso Rusia, un importante exportador de petróleo y gas, sufriría las consecuencias negativas debido al impacto en otros sectores (cómo químico y automoción) orientados a la exportación a Europa y Estados Unidos.
"No hay nada bueno" en esta subida de los últimos días, recalcó Putin en una conferencia de prensa con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, tras una reunión entre la CE y el Gobierno ruso.
En referencia a Europa, Putin consideró que "por supuesto podría tener un impacto negativo" y citó predicciones europeas según las cuales el precio del barril podría llegar "hasta los 220 dólares, ahora ya está en 180 dólares".
"Para nosotros será una prueba muy dura", reconoció.
El primer ministro ruso afirmó que "todo está interconectado" y que Rusia, que tiene una economía más diversificada que la de otros países extractores, negó estar interesado en "un crecimiento excesivo de los precios del petróleo" porque afectaría a otros muchos sectores.
Putin recalcó, por otro lado, que los proyectos de infraestructuras de suministro de gas que Rusia mantiene con la UE, como "SouthStream" y "NorthStream", son de una importancia "crucial" y aseguró que si estuviesen ya en marcha "habría menos riesgos para Europa" y los precios no habrían subido tanto.