La decadencia global, social y ambiental debe afrontarse con educación: Rigoberta Menchú

La decadencia global, social y ambiental que vivimos en el mundo debe afrontarse con una propuesta de educación con entorno multicultural, propuso la activista guatemalteca Rigoberta Menchú Tum, premio Nobel de la Paz 1992.

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Con una conferencia magistral, Rigoberta Menchú inició su labor académica como investigadora extraordinaria de la UNAM.

“La decadencia pasa por nuestro ánimo individual y llega a lo colectivo, pero es algo que podemos enfrentar con la armonización de la parte espiritual y material del ser humano y mirar hacia los saberes ancestrales de nuestros pueblos indígenas, viendo al otro”, afirmó la activista maya quiché, premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 1998 y embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO.

En una América Latina donde hace algunos años en Venezuela se “cazaban” indígenas, en Costa Rica los integrantes de los pueblos originarios no tenían derecho al voto y donde en Brasil aún existen grupos nativos que viven aislados como si fueran de otro planeta, la búsqueda de la identidad debe iniciar con la pregunta de dónde venimos, afirmó.

Con una conferencia magistral celebrada en el auditorio Doctor Jorge Carpizo de la Coordinación de Humanidades, la doctora honoris causa por esta casa de estudios inició su labor académica como investigadora extraordinaria de la UNAM, un cargo que aprobó por unanimidad el Consejo Universitario en su sesión del 11 de diciembre de 2013.

Acompañada por los coordinadores de Humanidades, Estela Morales Campos, y de Planeación, Presupuestación y Evaluación, Héctor Hernández Bringas, Menchú Tum ofreció algunas líneas de lo que será la cátedra que lleva su nombre, eje central de su actividad académica dentro del subsistema de Humanidades.

En ella se abordarán temas como la cultura de la paz, el reconocimiento del otro, los derechos humanos, la democracia, la equidad y la cultura de los pueblos originarios.

“Queremos revalorar la gran ciencia maya, con su filosofía y su matemática para contar el tiempo. Y también lograr un encuentro, una coincidencia con la cultura occidental”, adelantó.

Indagar la identidad

Para construir seres humanos y sociedades en armonía hay que saber quién soy, de dónde vengo y a dónde voy. Esos cuestionamientos fundamentales, que parten de lo individual, permiten avanzar hacia lo colectivo, entender al otro y armonizar la parte espiritual y material de lo que somos, indicó la luchadora maya quiché.

Ante estudiantes y académicos, recordó que en una ocasión que estaba enferma, una maestra maya le preguntó por todos los reconocimientos logrados en su vida, que ella le mostró. “¿Y dónde está tu trofeo espiritual?, me cuestionó. Entonces comencé a preguntarme quién soy, lo que hago todos los días y que me ayuda a avanzar”, indicó.

Asimismo, aseguró que la cultura maya es una forma de conocimiento profundo, que puede aportar a la justicia, al entendimiento del otro y al cuidado de la madre tierra, destacó.

Finalmente, Morales Campos subrayó que la propuesta de Menchú es poner al ser humano en el centro de la discusión académica, mientras Hernández Bringas comentó que ella impulsa un código de ética para una era de armonía, que implica la construcción de un liderazgo para la paz, con equidad y desarrollo humano.