Ese pacto, aplicado por otros 120 países, implica que la agencia nuclear de la ONU podrá realizar visitas sin previo aviso a cualquier instalación de ese país, al tiempo que las autoridades iraníes deberán entregar periódicamente información sobre sus actividades relacionadas con los ciclos de combustible nuclear.
En una reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA en Viena, Amano informó que para la implementar estas actividades, la agencia necesitará recursos adicionales estimados en unos 10.6 millones de dólares anuales.
"El Acuerdo Integral de Salvaguardas y el protocolo adicional, combinados con la verificación y el monitoreo de las actividades nucleares de Irán contempladas en el acuerdo alcanzado en Viena, representan un mecanismo de verificación muy robusto", dijo Amano.
El director general del OIEA afirmó que el momento ofrece una oportunidad histórica para resolver el tema nuclear iraní y expresó sus esperanzas de que esa oportunidad se utilice al máximo.
En virtud del acuerdo de Viena, alcanzado entre los cinco miembros permanente del Consejo de Seguridad más Alemania e Irán, el país persa se compromete, bajo la supervisión del OIEA, a limitar diferentes aspectos de su programa nuclear durante un período de entre 10 y 25 años.
A cambio, la comunidad internacional levantará las principales sanciones que pesan sobre Irán y que ahogan su economía. Para la entrada en vigor del acuerdo, éste requiere primero el visto bueno del Congreso de Estados Unidos y del Parlamento iraní.