“Idealmente el lunch debe incluir un alimento rico en proteínas como la leche, uno hecho a base de cereales y una verdura o fruta. También es importante pensar en la variedad ya que ayuda a asegurarnos de obtener todos los nutrimentos necesarios”, enfatizó.
La licenciada en Nutrición y Ciencias de los Alimentos por la Universidad Iberoamericana recomienda además utilizar recipientes adecuados para el lunch.
“Es muy importante que los alimentos se mantengan apetecibles y con buen sabor hasta el momento en el que se van a consumir, por lo que se deben colocar en recipientes que conserven su sabor y consistencia y eviten que se derramen, en el caso de la leche o los jugos, envases prácticos como los de Tetra Pak son muy resistentes”, indicó.
González comenta que el estómago de los niños es pequeño y por lo tanto, las porciones deben adecuarse a sus necesidades. Por ejemplo, una porción de un vaso de leche, medio sándwich, media taza de frutas o verduras cubrirá las necesidades de la mayoría de los niños y evitará desperdicios, asegura.
La también diplomada en Diagnóstico y Tratamiento Multidisciplinario de los Trastornos de Alimentación considera también importante preparar los alimentos de manera higiénica y pensar que estarán en la lonchera algún tiempo antes de ser consumidos.
“Por lo tanto, es preferible escoger opciones que no corran riesgo de echarse a perder, especialmente en climas muy calurosos”, apuntó.