El coordinador de Nutrición y Dietética del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco consideró que se debe tener en cuenta lograr de forma paulatina las metas propuestas en la reducción de peso.
“De lo contrario podría haber rebotes y alteraciones como hipoglucemia, deshidratación, fatiga crónica e incluso debilidad de huesos, articulaciones y afectaciones del tejido muscular y magro”, explicó y dijo que lo más recomendable es iniciar una dieta balanceada en la que se incluyan todos los tipos de alimentos.
Incluso, advirtió que las grasas, primordialmente de origen vegetal, no deben dejarse de lado en la alimentación diaria y, de hecho, contribuye a combatir el exceso de colesterol y triglicéridos en sangre y a disminuir los estados de ansiedad mientras se baja de peso.
Rivera Castellanos agregó que las grasas en la dieta coadyuvan también a generar una sensación de saciedad además de ser fundamentales en funciones hormonales y digestivas. Preferentemente se debe optar por alimentos como el aceite de oliva, de coco o de girasol.
En la ingesta diaria, además se debe incluir carbohidratos aunque moderadamente, priorizar el consumo de proteínas, frutas, verduras y fibra natural,
En cuanto al rebote de peso, señaló que frecuentemente ocurre cuando la persona abandona de forma repentina la dieta y el ejercicio antes de llegar a sus metas proyectadas, y sin un plan de mantenimiento que prevenga ganar los kilos, ya perdidos.
El experto dijo que el rebote e preferentemente se presenta al cabo de unos meses de haber iniciado un proyecto de dieta y ejercicio, de ahí la importancia de que la persona se concientice de cambiar sus hábitos de una manera permanente y no sólo para lucir estéticamente mejor.
También refirió que es fundamental ponerse en manos de un profesional, con el fin de someterse a un régimen dietético y de ejercicio personalizado y bajo supervisión de un especialista.