Busca Moreira encabezar nueva generación de priistas hacia 2012

Desmarcado de la vieja guardia e impulsor de una generación de priistas que miran hacia adelante, Humberto Moreira inició su dirigencia con un llamado a la unidad y el compromiso de recuperar la Presidencia de la República en 2012.

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Al igual que en su campaña por la dirigencia nacional, el coahuilense arribó a su toma de protesta arropado y apoyado por aquellos priistas que un día conformaron al Partido Revolucionario Institucional (PRI) que para él hoy “quedó atrás”, los de la llamada “vieja guardia”.

Desde temprana hora uno a uno de esos personajes arribó al Centro de Convenciones para aportar toda su experiencia y empujar desde su trinchera al PRI rumbo a la disputa por los comicios de 2011 y 2012.

Ahí estaban “codo con codo” una decena de ex dirigentes nacionales del partido como Roberto Madrazo Pintado, Fernando Ortiz Arana, José Antonio González Fernández y María de los Ángeles Moreno.

Además Mariano Palacios Alcocer, Jorge de la Vega Domínguez, César Augusto Santiago, Pedro Ojeda Paullada, Humberto Roque Villanueva y la lideresa saliente Beatriz Paredes Rangel.

La convocatoria congregó también, pese a ser día hábil, a 19 gobernadores, aunque el aplauso y los reflectores fueron para Enrique Peña Nieto, quien concentró dos minutos constantes de aplausos.

También dieron su respaldo los coordinadores legislativos de las cámaras de Senadores y Diputados, Manlio Fabio Beltrones y Francisco Rojas, además de legisladores federales y locales.

Moreira presentó y agradeció la presencia de cada uno de los mandatarios priistas, pero cuando anunció al mexiquense de inmediato retumbaron en las paredes del lugar: ¡Peña, presidente! ¡Peña, presidente!

No importó que fuera día hábil, que el recinto estuviera al tope o que la fila de autobuses para ingresar alcanzara más de dos kilómetros y medio de la carretera federal, todos querían estar en el lugar, ser parte del nacimiento de la “nueva generación de priistas”.

Para los mandatarios estatales los tumultos quedaron atrás y uno a uno arribaron a la sede de la ceremonia a bordo de helicópteros.

Otros como el mismo secretario general priista, el senador Jesús Murillo Karam, no corrieron con la misma suerte dado que tuvo que entrar entre empujones, jaloneos y golpes por la puerta principal del recinto donde se quejó de la logística y la vigilancia del acto.

Quien sí llegó a tiempo y tranquila fue la dirigente saliente, la tlaxcalteca Beatriz Paredes Rangel.

A su arribo al lugar y ataviada con un vestido de blanco, sonriente, recibió el aplauso de un auditorio que se le entregó y de aquellos jóvenes que con playeras rojas lucían la leyenda: “Gracias, amiga Beatriz”.

Y aunque Moreira en esta ocasión no bailó, no faltó por ello la música, la fiesta y el festejo, pues ante la falta de espacio para recibir en el interior del recinto a todos los militantes fue la explanada la que cobijó a priistas de todos los estados, quienes en cuestión de minutos hicieron del lugar una pista de baile.

Al ritmo de cumbia demostraban que además de ser quienes “saben gobernar” son quienes saben bailar hasta en los lugares más improvisados, igual que su dirigente actual.

En tanto, las playeras, las tortas y las botanas eran arrojadas al aire para quienes quisieran tomarlas, y aunque Moreira fue de los más fotografiados al interior del recinto fuera de él no faltaron los reflectores para quien no dejó pasar la ocasión, como fue el caso de Rafael Acosta “Juanito” con todo y su banda presidencial en la cabeza.

Tras el acto y el cobijo que recibió de la clase priista, el ex gobernador de Coahuila compartió el pan y la sal con los gobernadores, líderes parlamentarios y dirigentes de los sectores y organizaciones del partido.

Se trató del primer acercamiento, previo a la conformación de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que deberá listo para finales de marzo o principios de abril.