Alaa Shamali, un gazatí de 45 años que vive en el barrio de Shuyaeya, en la parte oriental de la ciudad de Gaza, vio el pasado mayo su casa reducida a escombros por segunda vez en su vida, después de haber sufrido lo mismo tras la dura guerra de 2014 en la Franja.
"Con la destrucción de mi casa, tuve que buscar otra para alquilar, un nuevo refugio para mis hijos y demás miembros de mi familia, además de comida y ropa nueva", contó Shamali, para quien fue muy difícil encarar esa situación dadas las "duras condiciones económicas" que ya de por sí marcan el día a día del enclave.
Después de tres guerras previas (2008-09, 2012 y 2014), la última conflagración desatada el pasado 10 de mayo dejó al menos 260 muertos en la Franja -gobernada de facto por Hamás y bloqueada por tierra, mar y aire por Israel desde 2007- y daños de hasta 480 millones de dólares, según la ONU.
Además 13 personas fallecieron en suelo israelí.
Shamali hizo un llamamiento a los actores implicados para acelerar la rehabilitación de las viviendas destruidas: "Han pasado dos meses y la rueda de la reconstrucción está completamente parada. Eso nos aumenta cargas y problemas".
La ONU alerta de que se necesita una inversión inmediata para asistir con alimentos y productos básicos a 45,000 personas y la reconstrucción de 4,000 viviendas dañadas, en las que vivían familias que suman más de 7,000 niños; y otra a corto plazo para reactivar empleos y restablecer ayudas sociales como el paro.
DÉBIL TREGUA
El pasado 21 de mayo, hoy hace dos meses, las partes acordaron un frágil alto el fuego logrado con la mediación de Egipto, Catar y la ONU, pero las negociaciones para apuntalar la tregua y abordar la reconstrucción del enclave se han estancado por cuestiones políticas.
Los líderes de Hamás y otras facciones de Gaza se han quejado ante los mediadores de que Israel impide la entrada de materias primas para la reconstrucción, ya que condiciona estas tareas a que las milicias palestinas devuelvan a cuatro cautivos, dos civiles secuestrados y los cuerpos de dos soldados israelíes muertos en la guerra de 2014.
El portavoz de Hamás en Gaza, Abdulatif al Qanou, señaló a EFE que su movimiento se niega a vincular el alivio del bloqueo y la rehabilitación a la entrega de los israelíes desaparecidos. "Hamás está listo para iniciar conversaciones para un canje de prisioneros con Israel de manera independiente", señaló.
"La reconstrucción de lo destruido por la ocupación (israelí) es un derecho natural del pueblo palestino y un derecho legítimo al que no podemos renunciar", subrayó el portavoz de Hamás, considerado grupo terrorista por Israel, EEUU y la UE.
Hace dos semanas, Lynn Hastings, la coordinadora humanitaria de Naciones Unidas para los territorios palestinos ocupados, visitó la Franja y pidió a Israel que alivie las restricciones al tránsito de bienes y personas en los pasos fronterizos.
En las últimas semanas Israel ha suavizado algunas de estas limitaciones al ampliar la zona de pesca en el enclave costero y autorizar la exportación e importación de algunos productos como ropa, frutas o verduras, pero según las autoridades de la Franja los volúmenes no son suficientes y se debe permitir la entrada de materiales de construcción.
"La capacidad de la ONU y sus socios para prestar asistencia vital y servicios básicos a la gente en Gaza está en riesgo", señaló Hastings sobre el recrudecimiento del bloqueo desde la escalada de mayo.
CRISIS ETERNA
El economista gazatí Maher Taba explicó a Efe que, más allá de una nueva reconstrucción, la Franja no saldrá de su crisis perpetua si no se levanta el bloqueo.
"La última ronda devastadora de combates dejó una infraestructura destrozada y una economía paralizada que amenaza el medio de vida de los dos millones de residentes del enclave costero", indicó.
Hasan Abu Samak, cementero de Gaza, añade a Efe que el cierre de los cruces fronterizos ha tenido un impacto significativo, ya que las materias primas egipcias son caras y, por ejemplo, el hierro solo llega con cuentagotas desde Israel.
"Cuando entren el hierro y el cemento, el trabajo de construcción comenzará y habrá oportunidades de empleo", considera Abu Samak. "Es tal la situación, que la economía se está derrumbando y nadie sabe dónde está la Franja ni hacia dónde está yendo", resume sobre la nueva crisis que azota el enclave.
El Ministerio de Obras Públicas de la Franja presentó un Plan Nacional de Reconstrucción y Recuperación Temprana a la conferencia de donantes que "incluye requisitos para diferentes sectores, así como el valor de los daños y pérdidas directas e indirectas", explica a Efe Naji Sarhan, subsecretario de la institución.
"Pudimos retirar el 70 % de los escombros de los edificios destruidos. Durante este mes, terminaremos este proceso y espero que a esto le siga la reconstrucción total después de que El Cairo y Catar se comprometieran a pagar 500 millones de dólares para ese fin", confía Sarhan.