ONU lanza Decenio contra la Desertificación

La ONU lanzó el Decenio para los Desiertos y la Lucha contra la Desertificación, en un evento en la ciudad de Fortaleza, al nordeste de Brasil.

La iniciativa global busca incrementar la conciencia, y las acciones de protección y mejor administración de las tierras secas.

El Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) advirtió que las zonas áridas son el hogar de una tercera parte de la población mundial, la cual afronta graves amenazas económicas y medioambientales.

A escala mundial, la desertificación abarca más de 3.5 millones de hectáreas, lo cual representan el 25 por ciento de la masa terrestre. La degradación del suelo amenaza el sustento de más de mil millones de personas en unos 100 países, subrayó el PNUMA.

En América Latina y el Caribe, casi todas las naciones poseen territorios secos, dijo Heitor Matallo, experto para la región de la Convención de la ONU sobre la Lucha contra la Desertificación.

“En toda América Latina, 80 millones de personas viven en las regiones áridas y semiáridas. Esta población es la que sufre los problemas del deterioro de los recursos naturales en esas zonas”, explicó.

La degradación continua del suelo, a causa del cambio climático, la explotación agrícola desenfrenada, y el mal manejo de los recursos de agua, es una amenaza a la seguridad alimentaria y puede llevar a la inanición de las comunidades afectadas, además de causar la degradación del suelo productivo.

Al iniciarse el Decenio para los Desiertos y la Lucha contra la Desertificación, el PNUMA pidió a los países que se intensifiquen los esfuerzos para cuidar ese recurso.

La desertificación puede aumentar tensiones, alerta Ba

Ban advirtió que la emigración forzada de millones de persona crea el riesgo de un colapso social en las tierras tradicionales que se dejan atrás.

Además, promueve la inestabilidad en las áreas urbanas cada vez más hacinadas a las que llegan esas personas en busca de trabajo, refugio y servicios.

Estos desafíos son posibles de afrontar, agregó Ban. En todo el mundo se están haciendo esfuerzos para rehabilitar las tierras secas y se están viendo resultados.

Subrayó que si se ayuda a las comunidades locales se pueden preservar o recobrar millones de hectáreas de tierra, reducir la vulnerabilidad al cambio climático, aliviar el hambre y la pobreza de un tercio de la humanidad.