Tras los cambios introducidos en los contratos que los estudios realizaban con intermediarios y exhibidores para fomentar la digitalización, el Ejecutivo comunitario ha anunciado hoy que ha cerrado la investigación preliminar que había abierto contra las grandes productoras estadounidenses.
"Estoy contento de que los estudios de Hollywood hayan considerado nuestras preocupaciones legítimas y modificado los contratos para que los amantes del cine puedan ver éxitos de Estados Unidos pero también películas de bajo presupuesto y de arte y ensayo con la tecnología más puntera", dijo hoy el comisario de Competencia, el español Joaquín Almunia, en una nota de prensa.
Antes de los cambios introducidos ahora, los grandes estudios hollywoodienses habían exportado a Europa el modelo utilizado en Estados Unidos para fomentar la costosa instalación de sistemas de proyección digital, que permite que los distribuidores (entre ellos los estudios) y los propios cines compartan los gastos.
Mediante este sistema, un intermediario paga de antemano la instalación del equipo y los distribuidores van devolviendo la mayor parte de los costes de manera escalonada, con un pago cada vez que se proyecta una película digital en el cine. De este modo, el desembolso que la sala en cuestión debe hacer es reducido.
Sin embargo, la Comisión había comenzado a estudiar los contratos entre los grandes estudios de Hollywood y los intermediarios, tras constatar que muchos de estos acuerdos otorgaban ventajas a estas productoras.
Los cambios propuestos por las grandes distribuidoras estadounidenses han despejado las dudas anteriores de la Comisión, que consideraba que estos contratos podrían dificultar la firma de acuerdos entre estos intermediarios y los distribuidores de películas independientes o de arte y ensayo.
La Comisión Europea estima que unas 18.000 salas -en torno al 50 por ciento de los cines europeos- se pasarán a la tecnología digital antes de final de 2012.