El sistema de tránsito rápido de autobuses es considerado como unas de mejores políticas ambientales de los países del G-20, por su contribución a un desarrollo limpio, destacó hoy aquí el Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF).
El jefe de la Iniciativa Climática de WWF, Kim Carstensen, la representante de la consultora alemana Ecofys, Marion Vieweg, y el titular del programa climático de WWF en Brasil, Carlos Rittl, presentaron aquí el informe "Las mejores y peores políticas para el clima y la recuperación económica".
El estudio fue presentado en el marco de la Reunión de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que se celebra en esta ciudad del noreste de España, preparatoria de la Conferencia de Partes en Copenhague, en diciembre próximo.
En la presentación, Vieweg comentó algunos ejemplos de por qué dentro del proceso de negociación para un acuerdo global contra el cambio climático es necesario apoyar más a los países en vías de desarrollo.
De ellos, destacó el sistema de tránsito rápido de autobús como uno de los ejemplos de que "las soluciones verdes tienen un enorme potencial para el crecimiento y la calidad de vida".
El caso mexicano ocupa el séptimo lugar de una tabla de casi 100 políticas ambientales analizadas por Ecofys y WWF, de las que se valoraron su reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y su contribución al desarrollo económico y social.
Otros casos son el programa de objetivos de eficiencia energética para mil empresas en China, el programa de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero por deforestación en Brasil, el consumo de combustibles de gas natural licuado en India y otros.
Expuso que todos estos ejemplos se mezclan con iniciativas de países desarrollados del G-20, como el programa de eficiencia energética alemán, el programa de ayuda de aislamiento de edificios en Estados Unidos, sistema de eficiencia energética en Japón, y otros.
Del caso mexicano, el informe precisa que un sistema de tránsito como el empleado "lleva a un cambio estructural de largo plazo y tiene un efecto positivo en lugares donde no hay infraestructura de transporte público y hay otros ejemplos en Colombia, Brasil, Chile, Indonesia y otros".
"El informe demuestra que una política climática bien diseñada no se contrapone al bienestar económico, y los ejemplos están en todos los países" (del G-20), dijo Carstensen.
Abundó que estos casos muestran que los países en vías de desarrollo también tienen sus iniciativas, y que con financiamiento para programas de cambio climático se puede promover el crecimiento verde y a la vez ayudar a la recuperación económica.
Indicó que el informe también expone las peores políticas climáticas de los países del G-20, y de ellas destacó los subsidios al carbón en España y Alemania, el programa de aluminio para electricidad en Australia, la energía nuclear en varios países del grupo.
Sin embargo, consideró que "la falta de un marco de financiamiento para el cambio climático" es "la peor política en este momento porque impide la promoción de proyectos verdes en todos los países".
Por Carlos Meza. Enviado