Lozoya Ávila falleció el viernes en el hospital al que fue trasladado después de que el vehículo en el que viajaba con su secretario y una de sus hijas fuera asaltado por hombres con armas de fuego, que les despojaron de la camioneta de lujo en la que viajaban y de sus pertenencias.
El edil, que fue golpeado por los asaltantes, se convierte en el número trece en morir de forma violenta este año en México, donde el crimen organizado se ha ensañado con los políticos municipales y estatales en algunos puntos del país.
La Fiscalía duranguense no ha precisado si se baraja la hipótesis de que los asaltantes pertenezcan a un cartel del narcotráfico, grupos a los que se atribuyen los anteriores crímenes de esta clase.
La diferencia con lo sucedido en este caso es que los criminales asesinaron en el acto a los ediles, o después de secuestrarlos.
El estado de Durango, en la mitad norte del país, forma parte del llamado triángulo dorado de las drogas mexicano, y ha sido escenario de numerosos actos de violencia derivadas del enfrentamiento entre los clanes de la droga y sus ajustes de cuentas.
En lo que va de año, el país acumula 10,000 muertos por causa de esta contienda, según reportes periodísticos. Esta cifra se eleva a casi 30,000 desde diciembre de 2006.