El vocero de la Luz del Mundo comentó que es necesario que todos trabajemos por un país mejor y sobre el tema de la seguridad dijo: “Hay que hacer un gran esfuerzo de compromiso con nuestra nación y ahí la Iglesia la Luz del Mundo trabaja con los niños y los jóvenes para que se concentren en su superación personal, académica y económica y en los adultos en que sean ciudadanos de bien ”.
La problemática de la inseguridad en el país –agregó- obliga a la suma de todos los sectores sociales a trabajar de forma conjunta. “Ya es tiempo de que también las iglesias asuman su compromiso con México”.
Silem García explicó que esta religión está creciendo anualmente un 17 por ciento, de acuerdo a datos del INEGI, por lo cual ya tiene 1.8 millones de miembros en México y 5 millones a nivel internacional en 54 países.
“En la zona metropolitana de Jalisco contamos con más de 100 mil fieles, mientras que en todo el estado suman más de 160 mil feligreses”, relató el vocero García Peña. Además, el Estado de México, Veracruz y Puebla son los estados más prósperos en términos de practicantes de esta religión, con más de 150 mil fieles, añadió.
El vocero mencionó que este crecimiento es gracias al compromiso y liderazgo del director internacional de la Iglesia La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, quien “nos ha inculcado un principio ser buenos cristianos para Dios y buenos ciudadanos para el mundo”, además de ser congruentes entre la doctrina que escuchamos, lo que predicamos y nuestra conducta; por ello, hoy el ciudadano común ve en una opción real en la Luz del Mundo.
Muchas personas llegan a la iglesia –explicó- porque no se sienten satisfechos con la religión que profesaban, y encuentran en la Luz del Mundo no solo el alivio espiritual, sino también el impulso y las herramientas necesarias para que se superen personalmente, crezcan académicamente, sean útiles a la sociedad en la que se desenvuelven y este crecimiento personal del individuo le permita practicar una religión razonada.
Comentó que los fieles de la Iglesia elevan su nivel intelectual y están más conscientes y convencidos del porqué están en esta Iglesia y practican su fe con absoluta convicción, alejados del fanatismo.