El secretario mexicano de Hacienda, Agustín Carstens, indicó lo anterior tras reunirse con los gobernadores de los estados de Chihuahua y Durango, José Reyes Baeza e Ismael Alfredo Hernández, respectivamente, con quienes conversó sobre el tema de las transferencias de recursos fiscales a los estados.
Hace una semana el presidente Felipe Calderón anunció la desaparición de estas tres secretarías como parte de un esfuerzo para ajustar el gasto a los menores ingresos previstos para 2010.
El ajuste es necesario debido a la caída de las exportaciones de crudo y de su precio internacional, así como de la contracción en la recaudación tributaria.
"Un cálculo muy aproximado y tentativo podría estar cercano a las 10 mil personas, pero la medida va a depender también del programa de retiro voluntario y otro tipo de medidas que podrían facilitar el cumplimiento de las metas de austeridad que se van a establecer en las diferentes secretarías", explicó el funcionario.
Añadió que este proceso debe hacerse en apego a los derechos laborales, con el pago de seguros médicos "más allá incluso, de lo establecido y se hará el máximo esfuerzo para que el ajuste sea lo más sano posible".
Carstens agregó que la cifra final de despedidos dependerá del programa de retiro voluntario que se pondrá como opción.
Asimismo el secretario de Hacienda explicó que los estados recibirán unos 32 mil millones de pesos (unos 2 mil 400 millones de dólares) en lo que resta del año.
El gobierno mexicano considera que, de mantener la actual política fiscal y pese a un fuerte recorte al gasto público anunciado para 2010, los ingresos previstos para ese año serán inferiores en unos 300 mil millones de pesos (unos 22 mil 500 millones de dólares) por lo que propuso al Congreso una reforma fiscal con aumentos a los impuestos y un nuevo tributo contra la pobreza.