Con los ojos vendados, activistas de El Poder del Consumidor (EPC) se presentaron ante la Comisión Federal para la Protección frente a Riesgos Sanitarios, para exigirle el retiro del etiquetado que las empresas de alimentos y bebidas, agrupadas en CONMEXICO, introdujeron desde enero de 2011 y la sanción correspondiente por violar la normatividad.
Los activistas vendaron sus ojos en referencia a que México tiene ya el mayor índice de diabetes entre los países de la OECD y ésta es ya la principal causa de perdida de visión y ceguera en la población del país.
EPC señaló que el etiquetado frontal de CONMEXICO induce al consumo de altas cantidades de azúcar agudizando la epidemia de obesidad y diabetes que afecta a la población mexicana, población que ocupa el primer lugar mundial en sobrepeso y obesidad infantil. El propio Instituto Nacional de Salud Pública realizó un estudio que comprueba tanto la incapacidad de los consumidores para interpretar adecuadamente este etiquetado, como el engaño en que incurre .
La Organización Mundial de la Salud ha llamado a implementar etiquetados frontales que realmente orienten a los consumidores a realizar mejores elecciones como parte de la estrategia para combatir la epidemia de obesidad. En vez de responder a este llamado, las autoridades han permitido a las empresas agrupadas en CONMËXICO desarrollar su propio etiquetado frontal que engaña y agudiza los malos hábitos alimentarios. El sistema de salud está en quiebra y rebasado por las consecuencias de esta epidemia de obesidad que año con año se agudizan ante una falta de política integral de combate a la obesidad.
Decenas de miles de personas están muriendo en México cada año por las consecuencias de la diabetes, por falta de atención médica. Hay 150 mil personas que requieren diálisis y el seguro popular no la cubre. Ahora hay más de 10 millones de diabéticos, en el 2020, de acuerdo a la Secretaría de Salud, habrá 20 millones de diabéticos.
“Ni el gobierno, ni los partidos políticos tienen una política integral para enfrentar las consecuencias de los pésimos hábitos alimenticios que ha generado la comida chatarra y su publicidad entre los mexicanos. No se ha desarrollado un etiquetado realmente orientador, no se ha regulado la publicidad dirigida a los niños, no se han introducido bebederos de agua potable en las escuelas y en estas todavía prevalecen los productos altamente procesados. Tanto el gobierno federal, como los locales, no están enfrentando el problema de fondo y actúan en sentido contrario a las recomendaciones internacionales, el sistema de salud ya reventó”, señaló Alejandro Calvillo, director de EPC.
Xaviera Cabada, Coordinadora de Salud Alimentaria de EPC, se refirió al etiquetado de Conméxico: “El ejemplo más claro del impacto de este etiquetado se da con los refrescos. Somos ya el mayor consumidor de refrescos en el mundo y este es el producto que por si mismo más calorías vacías introduce en la dieta de los mexicanos. Un alto consumo de refrescos está ligado a un mayor índice de sobrepeso y obesidad, así como a un mayor riesgo de diabetes. La retinopatía diabética que lleva a la ceguera está relacionada con, justamente, altas concentraciones de azúcar en la sangre. Cuando observamos los primeros signos de síndrome metabólico en un alto porcentaje de los niños, no podemos más que esperar, si no cambian radicalmente sus hábitos alimenticios, el desarrollo de diabetes y sus consecuencias, como la retinopatía diabética, la ceguera”.
EPC ejemplificó el caso con la información que ofrece el etiquetado de CONMEXICO al consumidor en un refresco de Coca Cola de 600 ml. Se dice que contiene 21 g de azúcar y que este es el 17% del requerimiento diario. En letra pequeña se establece que esta información corresponde a una porción de 200 ml, como si el consumidor fuera a consumir este producto dividiéndolo en tres porciones para consumir cada una de ellas en tres días.
El consumidor debe multiplicar los datos, para concluir que en realidad el producto contiene 63 gramos de azúcar y 41% del requerimiento diario de azúcar, de acuerdo a Coca Cola. Sin embargo, 63 gramos, que son más de 12 cucharadas de azúcar rebaza el máximo tolerable de consumo de azúcar para un día que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) , por lo cual el etiquetado debería informar que la cantidad de azúcar contenida en ese refresco de 600 ml es el 126% del máximo tolerable para un día establecido por la OMS.
Esta es la información que el consumidor tiene derecho a recibir: al consumir sólo un envase de 600 ml de este refresco se rebasa el máximo tolerable de azúcar para todo un día y esto representa un riesgo para su salud, un riesgo de obesidad y diabetes.
El director de EPC, Alejandro Calvillo, concluyó: “COFEPRIS debe retirar el etiquetado de Conméxico simplemente porque engaña y viola la ley, las pruebas están en un estudio del propio Instituto Nacional de Salud Pública y en otros , como el del Instituto de Medicina de los Estados Unidos . Los etiquetados frontales se han propuesto, en el ámbito internacional, como parte fundamental de la estrategia de combate a la obesidad. La COFEPRIS está obligada a implementar un etiquetado frontal que permita a los consumidores hacer elecciones bien informadas. La Secretaría de Salud encargó a un grupo de expertos en salud pública el desarrollo de un etiquetado frontal, deben evaluarse sus propuestas. Con su inmovilidad en este asunto, COFEPRIS está contribuyendo, por omisión, a la agudización de la epidemia de obesidad y diabetes, que entre otras cosas,
lleva a la ceguera, por eso nos manifestamos aquí, frente a sus oficinas, vendándonos los ojos”.
Recordemos que la OCDE ha llamado a México a impulsar medidas fuertes y efectivas para enfrentar esta epidemia y que el Relator Especial de Naciones Unidas por el Derecho a la Alimentación, Oliver de Shuter, ha pedido al gobierno mexicano declarar “emergencia nacional” por la epidemia de obesidad y sus consecuencias.