El abogado Vidulfo Rosales, del centro de derechos humanos Tlachinollan, afirmó lo único que quieren los padres de los jóvenes es la verdad, pero las investigaciones de la Procuraduría General de la República no han avanzado.
Aunque ya ha habido unos 80 arrestos, Rosales dijo que se necesita todavía la detención de personajes clave para aclarar las inconsistencias, entre ellos el jefe de policía de Iguala, Felipe Flores, y 12 personas que intervinieron supuestamente en la incineración y que ya están identificadas.
"Ahora básicamente no existe nada, lo único que hay es la declaración de estas tres personas que todavía tiene muchos huecos", dijo Rosales, en referencia al testimonio de tres detenidos que afirmaron que los estudiantes fueron calcinados.
Los alumnos de la escuela rural del magisterio "Raúl Isidro Burgos, todos hombres y de unos 20 años, desaparecieron el 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, unos 200 kilómetros al sur de Ciudad de México, en el estado de Guerrero.
Según las investigaciones, su desaparición fue orquestada por policías municipales y el grupo criminal Guerreros Unidos, a partir de la orden del destituido alcalde José Luis Abarca de perseguirlos para evitar que sabotearan un acto de su esposa. Hubo también seis muertos y 25 heridos.
Una comisión integrada por familiares de las víctimas y representantes del gobierno se reunirá mañana en Chilpancingo, capital de Guerrero, para dar seguimiento a las investigaciones.
Los padres han salido enojados de los últimos encuentros con las autoridades porque consideran que no ha habido avances.
La esperanza de hallarlos vivos "se va complicando con el pasar de los días, pero incluso para los familiares es claro: un familiar de desaparecido siempre va a pedir la presentación con vida, no puede ser de otra manera", dijo Rosales.
En el lugar donde los jóvenes presuntamente fueron incinerados, así como en un río -donde se supone que fueron arrojadas las cenizas- se encontraron algunos pocos restos, que están siendo analizados en un laboratorio superespecializado de la Universidad de Innsbruck, en Austria.
"Lo que los padres quieren es (la) verdad", dijo Rosales. "Si va a haber alguna tesis que indique que no están vivos, entonces que se presente la misma con solidez, con pruebas suficientes, con pruebas irrefutables", indicó.
La desaparición de los estudiantes ha provacado masivas protestas en México en repudio a la corrupción de las autoridades, en las que también se ha escuchado la exigencia de renuncia del presidente Enrique Peña Nieto.
Peña Nieto cumplirá el 1 de diciembre los primeros dos de sus seis años de gobierno. Está previsto que esta semana anuncie una serie de medidas para fortalecer la legalidad y la justicia, de las cuales no se han dado detalles, pero que involucrarían a los tres poderes del Estado y la sociedad civil. (DPA)