La cita, que se realiza del 7 al 18 de diciembre en esta capital, emitió los nuevos borradores de resultados tras la fase de negociaciones, abierta el pasado viernes, en las que participan ya los ministros de Medio Ambiente.
Los documentos amplían las posibilidades a elegir en cada una de las materias que se negocian, desde la continuación del Protocolo de Kioto hasta la reducción de emisiones de gases con efecto invernadero y el financiamiento.
En materia de financiamiento se mantienen las dos principales posibilidades para establecer un sistema que sufrague la lucha global contra el cambio climático. Una es (como precisa el Protocolo de Kioto) que los países industrializados sean los que aporten el dinero.
La segunda considera la propuesta de México y Noruega de que todos los países, excepto los menos desarrollados, deben aportar para generar recursos a partir de 2013, en una escala de medición que debe aprobar la Conferencia.
Asimismo, el texto incorpora la propuesta de que los países en vías de desarrollo asuman su responsabilidad en el financiamiento a corto plazo (2010 y 2012) de la adaptación, mitigación, transferencia tecnológica, programas de reforestación y formación.
En cuanto al Protocolo de Kioto, las posibilidades siguen abiertas, aunque sin establecer periodos concretos, y se mantiene la opción para la creación de un nuevo instrumento, sin precisar si serán los dos textos los que guiarán los próximos años la lucha contra el cambio climático.
Sobre esta propuesta, el representante de Greenpeace, Gustavo Ampugnani, consideró que "genera más crisis porque no se centra en ofrecer números exactos, y deja abiertas todas las opciones, y eso genera desconfianza de todas las partes".
Aseguró que las negociaciones, que se prolongaron hasta la madrugada de este miércoles, se vieron alteradas por las modificaciones de última hora en los borradores que introdujo Estados Unidos, con las que quiere asegurar "algunas piezas en su favor".
Consideró que Washington principalmente quiere que se debata el año de referencia para la reducción de emisiones, que en el Protocolo de Kioto es 1990, mientras la delegación de Estados Unidos quiere que sea 2005.
Expuso que otro elemento "atorado" es el programa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD), al introducir Estados Unidos y Colombia enfoques subnacionales, que hacen que el riesgo de deforestación no se monitoree de manera adecuada.
"La clave para que el acuerdo sea ambicioso y justo la tienen los jefes de Estado y de gobierno; ellos pueden desbloquear estos puntos que ahora mismo no están haciendo avanzar los ministros", puntualizó.