"Trump, está usted avisado. Sus edificios contaminantes son parte del problema. Corte las emisiones o pague el precio", dijo De Blasio en una ceremonia organizada en una de las conocidas como "Torres Trump".
Según De Blasio, ocho de estas torres no cumplen con la nueva normativa medioambiental que entrará en vigor en 2030, por lo que la corporación Trump podría pagar, si no toma las medidas necesarias, 2,100.000 dólares anuales a partir de dicho año.
"Nuestro mensaje es claro. Estamos abordando el cambio climático cara a cara con el Nuevo Pacto Verde de Nueva York y somos la primera ciudad del mundo que exige a todos los grandes edificios que corte sus emisiones con el objetivo" de lograr una ciudad limpia para 2050, dijo De Blasio.
El alcalde calculó las emisiones de estos ocho edificios en 27,000 toneladas de gases invernaderos anuales, lo que indicó que equivalía a las emisiones de 5,800 coches.
El pasado abril, De Blasio declaró la guerra a los rascacielos con fachadas de vidrio y acero, por considerar que dejan escapar demasiada energía.
Esta propuesta es parte de un conjunto de medidas con las que la Gran Manzana busca reducir en un 30 % las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2030.
En general, los edificios de la ciudad de los rascacielos aportan en conjunto el 70 % de la contaminación ambiental.
"Nueva York es el hogar de los más bellos rascacielos en el mundo, pero nuestros icónicos edificios son también la mayor fuente de emisiones de carbono en la ciudad", dijo entonces el alcalde.