"Este es un asunto crítico para Naciones Unidas, sobre todo porque la amenaza no es sólo para nuestros climas, sino también un asunto de seguridad colectiva para todos", señaló la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, en una conferencia de prensa.
Thomas-Greenfield recordó que el Pentágono ha declarado el cambio climático como una amenaza de seguridad nacional y ve en el calentamiento global algo que puede hacer aumentar las guerras ante la falta de agua y otros recursos.
Además, la diplomática destacó que al ritmo actual, la crisis climática desplazará a millones de personas, creando una "migración en masa que minará la paz y la seguridad alrededor del mundo".
"Aún peor, muchos de los países y regiones más frágiles son los mismos que son más vulnerables a las calamidades climáticas", apuntó, asegurando que EE.UU. va a hacer de la crisis climática una parte clave de su agenda en todos los foros, incluido el Consejo de Seguridad.
En ese sentido, Thomas-Greenfield destacó el trabajo del Grupo de Amigos durante los últimos años y aseguró que se trata de un reflejo de "lo mejor del multilateralismo".
La alianza fue creada en 2018 bajo el liderazgo de Alemania y Nauru y cuenta actualmente con algo más de medio centenar de miembros.
El embajador alemán ante la ONU, Christoph Heusgen, destacó la importancia de que EE.UU. se sume al grupo y reconoció que los últimos cuatro años han sido complicados en el ámbito de la lucha contra el cambio climático como consecuencia de la postura del Gobierno de Donald Trump, que entre otras cosas se apartó del Acuerdo de París sobre el clima.
Su sucesor, Joe Biden, decretó en su primer día en el cargo la vuelta a ese gran consenso internacional y ha prometido hacer del cambio climático una de las prioridades de su Administración.