Bruselas agrupa las peticiones de la industria para relanzar la competitividad de la UE

La Comisión Europea presentó hoy las principales inquietudes de las industrias comunitarias, como el acceso a energía barata o la protección frente a subsidios ilegales, para alimentar el debate de cómo relanzar la competitividad de la Unión Europea en los próximos cinco años.

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En la imagen de archivo, el vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, Maros Sefcovic. EFE/EPA/YVES HERMAN

"La transición verde no ha terminado, ni mucho menos", dijo el vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, Maros Sefcovic, al presentar un documento que la Comisión Europea llevará a la cumbre europea de la próxima semana, donde la competitividad será uno de los platos fuertes de la agenda.

El objetivo es acompañar a las diferentes industrias en la senda de los objetivos climáticos de la UE, que pasan por reducir las emisiones de CO2 el 55 % de emisiones en 2030 respecto a 1990 y el 90 % en 2040 para alcanzar la neutralidad climática a mitad de siglo, fomentando la manufactura de tecnologías verdes en Europa frente al impulso de Estados Unidos o China.

Pese a que cada sector industrial tiene requerimientos específicos, la Comisión se ha reunido desde octubre con representantes de nueve áreas de actividad y ha identificado los principales ejes comunes a todos ellos y la energía aparece entre las grandes prioridades.

"Necesitamos más generación de electricidad, unas redes que funcionen mejor", afirmó Sefcovic, después de que el grupo de presión empresarial Mesa Redonda Europea para la industria señalara ayer que la UE necesita 800,000 millones de euros de inversiones públicas y privadas hasta 2030 para actualizar sus redes eléctricas y fomentar el almacenamiento y la captura de CO2.

Bruselas también ha recabado peticiones de la industria, que cuenta con unos 35 millones de empleos en la UE, para que los Estados miembros reduzcan la fiscalidad energética, propongan contratos de suministro estables a largo plazo o creen "clusters" que conecten grandes centros energéticos con grandes instalaciones industriales.

Otro de los grandes ejes de acción que plantean es una protección reforzada del mercado único, y una de las vías propuestas pasa por "premiar" a las industrias verdes comunitarias para fomentar la demanda.

"La Comisión considerará apoyar a la industria en el desarrollo de la estandarización de la demanda para cables, tuberías y tecnologías necesarias para el desarrollo de la red energética", recoge el documento.

Otro de los puntos que genera incertidumbre es la agresiva competencia de las políticas industriales de territorios extracomunitarios, especialmente de China, por lo que la Comisión vigilará más de cerca a los competidores internacionales.

Sefcovic defendió que el mercado único sea "parte del terreno igualitario global para las empresas" y subrayó la necesidad de hacer frente a un comercio global "cada vez más distorsionado" y usar de manera "eficaz y flexible" las "medidas de defensas comerciales para hace frente al 'dumping', a los productos producidos de manera no sostenible o con subsidios".

El Ejecutivo comunitario lanzó el pasado octubre una investigación para averiguar si los subsidios que China concede a los constructores de vehículos eléctricos son ilegales en términos de libre competencia y ayer mismo abrió un expediente similar sobre las ayudas chinas al establecimiento de parques eólicos en España, Francia, Grecia y Bulgaria.

Financiación y burocracia

"En general, hay una necesidad urgente de coordinar la financiación más a nivel de la UE, para crear economías de escala, mejorar la asignación eficiente de recursos y aprovechar el mercado único", sostiene el Ejecutivo europeo, que constata que "la inversión privada aún no se ha movilizado suficientemente" y será necesaria para la "implementación" de la transición verde.

En materia de fondos, Bruselas también quiere impulsar la inconclusa unión de capitales para fomentar las inversiones privadas, acompañarlas a través de las instituciones financieras comunitarias y estimularlas con herramientas como el llamado Banco de Hidrógeno, que prepara un sistema de subsidios para facilitar la producción comunitaria de hidrógeno verde y bajo en carbono.

Las industrias también piden un marco reglamentario eficaz y simplificado, y Bruselas se compromete a conseguir reducir la carga administrativa en un 25 %, como ya prometió el año pasado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.