El presidente Nicolás Maduro aprovechó la reunión de cancilleres del Mercosur el miércoles en Caracas para mencionar a los visitantes sus planes frente a la escasez y lo que llama "guerra económica" de la derecha contra el pueblo.
"Es total el apoyo de Mercosur a la lucha que está dando el gobierno bolivariano y chavista del presidente Nicolás Maduro y nuestro pueblo contra el desabastecimiento y la especulación", dijo el canciller Elías Jaua al término del encuentro.
Asimismo, agregó que el gobierno está soportando la "arremetida" de los grupos que concentran la producción de alimentos y bienes esenciales venezolanos con el respaldo "decidido y firme" de países hermanos como Brasil, Uruguay, Argentina y más allá del Mercosur como Colombia.
El gobierno designó al ministro de Energía y Minería y Vicepresidente del área económica, Rafael Ramírez, para incrementar las líneas de suministro hasta fin de año, con el objeto de normalizar el abastecimiento.
Los venezolanos enfrentan una crisis de abastecimiento alimentario desde hace meses, acompañada por una inflación que ascendió a casi 40 por ciento en los primeros nueve meses del año.
El Banco Central de Venezuela señala en sus mediciones que la escasez escaló al 21 por ciento en el último mes, lo que significa que de 100 productos en el mercado escasean 21.
Los especialistas atribuyen el desabastecimiento a la caída de las reservas internacionales, lo que ha limitado la capacidad de compra al exterior. Las reservas están estancadas en 22,500 millones de dólares, la mayor parte en oro, mientras que las líquidas han bajado a niveles históricos; para cubrir dos semanas de importaciones.
La escasez de dólares para importar explica en parte la sequía de bienes en los mercados, mientras que el brote inflacionario es ocasionado en parte por la emisión de dinero sin respaldo por parte del Banco Central, según los analistas.
El problema de reservas llegó a tal grado que Colombia ha exigido el pago adelantado por la venta de alimentos de consumo masivo y Brasil envió la semana pasada una delegación de alto nivel que se reunió con Maduro para exigir el pago de una deuda comercial que la prensa brasileña califica de "significativa" y cuyos pagos tienen retrasos de hasta cuatro meses.
Según sus datos, Brasil exportó a Venezuela productos por 3,100 millones de dólares hasta septiembre. El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff dio estímulos a los productores brasileños para que aumentaran las ventas a fin de que Venezuela pudiera compensar la escasez. Hasta septiembre sólo en productos vacunos y pollo las ventas alcanzaban 737 millones de dólares.
La delegación que visitó Caracas estuvo encabezada por el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Fernando Pimentel, y el asesor presidencial Marco Aurelio García, quienes trataron el tema, según las versiones de prensa.
Al cabo de la reunión sólo hubo declaraciones retóricas, como el empeño en seguir avanzando en las relaciones estratégicas que emanciparán el desarrollo económico y social de ambos pueblos.
El gobierno dijo que la delegación ofreció una "política de cooperación en materia de abastecimiento, optimización del sistema eléctrico, desarrollo industrial y agrícola".
El ex embajador venezolano en Brasil Milos Alcalay dijo a la dpa que la visita de la delegación brasileña fue la "crónica de un incumplimiento anunciado".
"No es la primera vez que Brasil usa a sus altos funcionarios para reclamar deudas. Una vez vino (el ex presidente Luiz Inacio) Lula por una deuda con la empresa constructora Odebrecht, claro disfrazada, pero en el fondo era cobrar. Brasil ha ofrecido ayuda por la emergencia actual, el problema es la insolvencia", señaló.
Alcalay alertó que esa "insolvencia" no sólo afecta a los acuerdos entre los dos Estados sino a empresas privadas.
"No parece haber forma de pagar, por eso Colombia dijo que vendía al contado. Brasil no es la excepción en un ámbito del colapso del sistema financiero y económico por la forma que se ha manejado", aseveró.
El ex funcionario dijo que no era extraño que Brasil haya ventilado el pedido de pago a Venezuela. "A veces para cobrar una deuda es más fácil hacerla pública", alegó.
La balanza comercial binacional tiene un desequilibrio desproporcionado, lo cual fue un constante llamado de atención de Lula al fallecido presidente Hugo Chavez.
En 2010 Brasil exportó a Venezuela 3,853 millones de dólares, mucho de ello en carne bovina, pollo y azúcar, contra 838 millones de Venezuela. Al año siguiente pasó a 4,600 millones frente a 1.3 millones.