En un recuento pasado, los muertos eran al menos 20 y los heridos 25, pero este sábado la cifras casi se duplicaron, señaló el principal servicio de ambulancias de la ciudad, Aamin Ambulance. Cinco atacantes fueron abatidos por las fuerzas de seguridad, según las autoridades locales.
La primera explosión, seguida de disparos, se produjo en un puesto de control de seguridad cerca de Villa Somalia, el nombre de la sede del gobierno, mientras que un segundo seguido poco después en un hotel, de acuerdo con la policía.
El grupo militante islamista Shabaab reclamó los ataques en un comunicado publicado en línea, diciendo que apuntaba al gobierno y a los servicios de seguridad. Las explosiones siguen semanas de relativa calma en Mogadiscio.
Según los oficiales, el ataque principal involucró el uso de un vehículo cargado con explosivos que intentaban abrir una brecha en un puesto de control que llevaba al palacio presidencial, pero las fuerzas de seguridad impidieron el asalto.
"Las fuerzas de seguridad frustraron la intención de los terroristas. Apuntaban a objetivos clave, pero ni siquiera podían acercarse, había cinco asesinados por la fuerza de seguridad", dijo Abdulahi Ahmed, un oficial de seguridad.
Shabaab está luchando para derrocar al gobierno somalí respaldado internacionalmente. En octubre llevó a cabo su bombardeo más mortal, matando a más de 500 personas.
A raíz de ese ataque, el gobierno de Somalia declaró una nueva ofensiva contra el grupo y los ataques con drones estadunidenses han aumentado en frecuencia.
Mientras que el grupo militante fue expulsado de la capital en 2011 por una fuerza de la Unión Africana, continúa controlando gran parte del campo y lanza ataques regulares contra objetivos gubernamentales, militares y civiles.
Hay temores por los planes de transferir la seguridad del país a las propias fuerzas de Somalia, a medida que las fuerzas de la Unión Africana, de 21 mil efectivos, inician un retiro que se prevé termine en el 2020.
El jefe de dichas fuerzas, Francisco Madeira, dijo que finalizar el retiro antes del 2021 "podría tener graves riesgos de reveses que podrían descarrilar los avances ya conseguidos".