Ronnie Biggs: El ladrón de tren postal convertido en celebrity

Cuando se entregó a los detectives de Scotland Yard después de más de tres décadas de huida, Ronnie Biggs anunció que su último deseo sería entrar en un pub inglés y beberse una pinta de tradicional cerveza inglesa.

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Ronnie Biggs.

Un deseo que nunca vio cumplido: tras su regreso a Reino Unido en 2011, cuando tenía 71 años, fue arrestado inmediatamente y encarcelado, y sólo fue puesto en libertad ocho años después, cuando ya estaba demasiado enfermo como para ir a un pub.

El británico que se hizo famoso por el considerado el "robo del siglo", el asalto a un tren postal del Royal Mail en 1963 en el que se llevó varios millones de libras esterlinas, y que protagonizó después una espectacular huida de prisión en 1965, murió en Londres a los 84 años, informó hoy la agencia PA.

"Si me preguntan si me arrepiento de ser uno de los ladrones del tren, mi respuesta es 'no'", declaró este mismo año a través de una pizarra, debido a que ya no podía hablar. "Iré incluso más allá: Estoy orgulloso de ser uno de ellos", añadió. "Estuve allí esa noche de agosto y eso es lo que cuenta. Soy uno de los pocos testigos -vivo o muerto- de lo que fue llamado 'el robo del siglo'".

Por el asalto en el que la banda responsable se llevó 2,6 millones de libras esterlinas del tren que viajaba de Glasgow a Londres en agosto de 1963, él y 11 cómplices fueron condenados a un total de 307 años de cárcel.

La cifra robada era todo un récord en aquel momento, pero fue más la escala y el estilo del delito lo que cautivó a Reino Unido en un momento en que muchos medios tendían a convertir a los grandes criminales en celebridades.

La banda, que se inspiró en los ladrones de ferrocarriles del Salvaje Oeste en América, asaltó el tren llevando máscaras y cascos, golpeó al maquinista con una barra de hierro y se hizo con 120 bolsas de billetes. El conductor nunca pudo volver a trabajar y murió unos años después, lo único que Biggs aseguró lamentar.

Biggs fue sentenciado a 30 años de cárcel, pero tras pasar sólo 15 meses en prisión, protagonizó una evasión espectacular trepando por el muro de la prisión con una escalera de cuerdas y saltando en una furgoneta de muebles descapotable que tenía colchones preparados para amortiguar su caída.

Así comenzó su viraje de participante en un gran asalto a un "famoso a la fuga": primero huyó a París con su mujer y dos hijos, donde se sometió a una cirugía estética y compró documentos falsos antes de huir a Australia.

Cuando Scotland Yard descubrió su paradero en 1970, Biggs escapó a Brasil, que no tenía tratado de extradición con Reino Unido. En 1974 el detective Jack Slipper, que pasó gran parte de su carrera intentando darle caza, arrestó al fugitivo en Río de Janeiro. Pero una vez más, Biggs logró evadir a la Justicia británica.

Entonces se defendió y evitó la extradición alegando que había tenido un hijo, Michael, con su novia Raimunda Rothen, una stripper brasileña con al que después se casó en la cárcel en Reino Unido en 2002. El ser padre de un hijo brasileño hizo que las autoridades locales no pudieran aceptar la extradición.

Se libró de nuevo de su arresto en 1977 al subir a bordo de un barco británico que había atracado en Río para acudir a una fiesta, así como en 1981, cuando un grupo de ex soldados lo secuestró y llevó a Barbados, donde fue entregado a las autoridades. Pero el Tribunal Surpremo de Barbados consideró que los tratados de extradición con Reino Unido eran inválidos y le permitió regresar a Río.

Los esfuerzos británicos por detenerlo terminaron en 1997, cuando las autoridades brasileñas consideraron que habían pasado demasiados años desde el robo para ser entregados.

El 8 de agosto de 1999, Biggs celebró su 70 cumpleaños en una "pool party" en Brasil a la que acudieron toda una serie de ladrones, entre ellos Bruce Reynolds, el líder de una banda de atracadores de trenes. Cuando se quedó sin dinero, vendió camisetas de sí mismo y posó en fotografías con turistas y brasileños.

También explotó su fama grabando "No One is Innocent" para la banda de punk Sex Pistols en 1978 y publicando una autobiografía, "Odd Man Out". Además, el gran robo fue inmortalizado en la película "Buster", protagonizada por Phil Collins.

A los 71 años regresó a su país tras sufrir numerosos problemas de salud, alegando que no podía permitirse un tratamiento en el país sudamericano. Fue arrestado apenas llegar, pero liberado en 2009 por motivos humanitarios.

Incluso el detective que lo persiguió toda la vida, Jack Slipper, admitió una vez que había desarrollado una admiración secreta por Biggs. "No sé si iría tan lejos como para decir que me gustaba después de leer el libro", señaló. "Pero admito que es un personaje simpático, el tipo de persona que habría disfrutado si hubiera conocido, digamos, de vacaciones".