Hace dos días la Cámara alta rechazó una propuesta dirigida a revocar y reemplazar la actual legislación sanitaria, implantada en 2010, durante la administración de Barack Obama (2009-2017).
Además, la dirigencia republicana tampoco pudo conseguir ayer los votos suficientes para avalar una iniciativa destinada a eliminar los impuestos y mandatos de la ley actual, pero que habría dejado a esa legislación en vigor durante dos años, en tanto se elaboraba la alternativa para sustituirla.
Tras esos fracasos, el liderazgo del partido rojo prevé considerar la derogación reducida mediante la ley flaca, a través de la cual solo someterían a voto mediante enmiendas aquellos aspectos de la propuesta de salud en los que encuentren consenso.
Aunque los puntos a considerar podrían tener modificaciones, se cree que esta opción estará centrada en abolir los mandatos que exigen a las personas y a las empresas obtener o brindar seguros de salud, y en retirar un impuesto cobrado a los fabricantes de aparatos médicos. Esta iniciativa dejaría el resto del Obamacare intacto, por lo cual estaría muy por debajo de la promesa republicana de desmantelar totalmente esa legislación, la cual forma parte central de la agenda del presidente Donald Trump.
Sin embargo, el senador Lindsay Graham manifestó que la ley flaca es solo una forma de pasar a conferenciar con la Cámara de Representantes y entre ambos órganos llegar a una solución más amplia.
La Cámara baja aprobó su diseño del proyecto de cuidado de salud a principios de mayo, después de fracasar en un intento anterior, y si el Senado acuerda una versión diferente, como debe ocurrir, los representantes simplemente podrían darle luz verde y enviarla al mandatario para su ratificación.
Pero si los senadores logran avalar cualquier iniciativa, también podrían unirse a los congresistas para resolver las diferencias y alcanzar una legislación final, lo cual parece ser el camino más deseado por el partido rojo.
Todo lo que pueda conseguir el mínimo de 50 votos pasará, entonces iremos a la conferencia y comenzaremos las verdaderas negociaciones, manifestó el legislador Bob Corker.
De acuerdo con el portal Politico.com, tal propuesta podría carecer también del respaldo necesario para tener éxito, debido a que muchos miembros de la Cámara alta están en la oscuridad acerca del contenido de esta opción.
'No sé qué se incluiría en la derogación flaca. Hasta que vea lo que hay en ella no la descarto porque no sé lo que sería', explicó la senadora Susan Collins, una de las que se opuso a iniciativas anteriores.