El secretario general de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (UNFCCC), Yvo de Boer, reconoció aquí que hay dificultades para avanzar en la negociación para un acuerdo global en la lucha contra este fenómeno.
En rueda de prensa en esta ciudad donde del 28 de septiembre al 9 de octubre se realiza la reunión de la Convención preparatoria para la Conferencia de Copenhague de diciembre próximo, expuso el acuerdo "de satisfacer a todas las partes" que participan del proceso.
Consideró como positivo que los jefes de Estado y de gobierno intervengan en este proceso, como lo hicieron en Nueva York en septiembre pasado, donde mostraron voluntad política que debe pasar a las definiciones y a los acuerdos.
Insinuó que si las delegaciones llegan a Copenhague con indicaciones, y se logran acuerdos sobre reducción de emisiones al año 2020 en países desarrollados y sobre el financiamiento de programas en países en vías de desarrollo "se tendría esencialmente el acuerdo hecho".
En la cita que reúne a delegados de gobiernos, organizaciones no gubernamentales, fundaciones e instituciones multilaterales se debate sobre el acuerdo que se quiere aprobar en Copenhague, que permita continuar la primera parte del Protocolo de Kioto, que finaliza en 2012.
Los principales puntos son los compromisos para reducir emisiones de gases de efecto invernadero en países desarrollados, los objetivos de países en vías de desarrollo, programas para adaptación y mitigación, financiamiento, transferencia tecnológica y arquitectura institucional.
De Boer indicó que en esta reunión "ha habido espíritu de cooperación y constructivo, pero el avance no ha sido real en puntos como los compromisos de los países desarrollados para reducir sus emisiones, no hay claridad sobre el financiamiento de programas de adaptación y mitigación".
Asimismo, destacó que ha habido una actitud constructiva de parte de países en vías de desarrollo, pero pocos avances, "y así es difícil negociar, es la realidad que tenemos".
"Está claro que los países en vías de desarrollo no están satisfechos con lo relacionado al financiamiento, lo que tenemos ahora no responde a sus prioridades", dijo como ejemplo del estado de las negociaciones.
El diplomático holandés expuso que la negociación no se trabaja con dos documentos al mismo tiempo, sino con el Protocolo de Kioto y las propuestas de los países, y aclaró que el primero contiene instrumentos que seguirán de base en este proceso.
Precisó que se habla de propuestas para unos países y otros de reducir sus emisiones al 2020 0 2030, y de hacerlo en porcentajes específicos, pero aseguró que "es la ciencia la que ha marcado cuáles son los plazos para reducir esas emisiones".
De acuerdo con los informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), órgano científico y de expertos que asesora a la ONU, las emisiones de gases deben bajar primero en los países desarrollados al año 2020 sobre los niveles de 1990.
Por ello, comentó que "los países en vías de desarrollo tienen claro que son los países industrializados los que deben liderar (poniendo antes sus objetivos de reducción de emisiones) y ver de su parte el apoyo financiero para adaptación y mitigación.
Pero a su vez, dijo, las naciones desarrolladas quieren ver de los países en vías de desarrollo sus acciones para reducir emisiones y contribuir, "quieren ver ese quid pro quo".
Al ser preguntado sobre el hecho de que la negociación ha llegado a superar las 250 páginas de propuestas del texto de acuerdo, refirió que "la cantidad no siempre es la calidad, y agregó que el éxito de la negociación será si se cumplen con los compromisos.
Por Carlos Meza.