Taiz está situada estratégicamente en la carretera que conduce a Adén, en el sur del país, que los rebeldes chiitas han intentado conquistar desde marzo.
Intensos enfrentamientos se desataron en Taiz, la tercera ciudad más grande Yemen, después de Saná y Adén, entre milicianos locales y los rebeldes después de que los hutíes y sus aliados militares trataran de tomar las áreas de Hud al Ashraf y Al Shemasi, que están bajo control de grupos armados leales al presidente Abed Rabbo Mansur Hadi, quien huyó en febrero a Arabia Saudí.
Al menos diez rebeldes murieron en los enfrentamientos, dijeron los periodistas a dpa sin reportar bajas entre los combatientes locales. Los combates indujeron a muchos habitantes a buscar refugio en zonas más seguras de Taiz.
Aviones de combate de la coalición antirrebelde encabezada por Arabia Saudi sobrevaloran la ciudad pero no llevaron a cabo ataques aéreos, aseguraron testigos.
La alianza militar liderada por Arabia Saudí y los rebeldes hutíes se han acusado mutuamente de haber violado la tregua hunanitaria en varias ocasiones desde que entró en vigor el pasado martes.
Arabia Saudí y otros países sunitas lanzaron a finales de marzo una campaña aérea contra los hutíes y sus aliados en Yemen después de que los rebeldes avanzaran sobre la ciudad portuaria de Adén, proclamada como capital temporal de Yemen por el presidente sunita Hadi.
La tregua de cinco días se acordó después de que organizaciones humanitarias advirtieran sobre el peligro de que Yemen se enfrente a una catástrofe humanitaria debido a que unos 16 de los 22 millones de habitantes del país necesitan urgentemente ayuda alimentaria, agua y asistencia médica.
La organización humanitaria Oxfam advirtió hoy que pese a la tregua humanitaria, algunas ciudades asediadas de Yemen no pueden ser abastecidas con ayuda humanitaria.
"En Yemen nos hallamos ante una catástrofe humanitaria", dijo a dpa Richard Stanforth, responsable de Oxfam para la región. La tregua, que finaliza el domingo, no basta para mitigar el sufrimiento de la gente, subrayó.
Los cooperantes no pueden llegar a Saada, en el norte del país, ni a algunas zonas de Adén, en el sur, señaló Stanforth. Las actividades públicas se ven afectadas sobre todo por la escasez de combustible.
Por cuanto que también se necesita el combustible para accionar las bombas de las fuentes, en muchos lugares escasea el agua. Stanforth informó también que están aumentando los saqueos entre una población cada vez más desesperada.(DPA)